La Antártida Argentina forma parte del patrimonio cultural e identitario de cada ciudadano de nuestro país, desde la infancia misma, cuando en las aulas se trabaja con la silueta cónica de un territorio que se sabe lejano, gélido y propio. En concordancia, forman parte del calendario de conmemoraciones fechas como el 22 de febrero, Día de la Antártida o el 21 de junio, en que se alude al Día de la Confraternidad Antártica. Para ilustrar a nuestros lectores sobre la historia de aquel pedazo de suelo en el que un grupo de civiles y militares a diario ratifican soberanía con su presencia, Diario Prensa Libre invitó al especialista en temas antárticos, docente y militar retirado, Alejandro Bertotto, a compartir sus conocimientos. |
El 15 de septiembre de 1976 se produjo un siniestro aéreo que tuvo como protagonista al avión naval Neptune SP-2E matrícula 2-P-103 y que ocurrió en la Isla Livingston. La aeronave, que había partido desde Tierra del Fuego rumbo a la Antártida, impactó sobre la Punta Barnard. Los tripulantes eran el teniente de navío Carlos Migliardo, el capitán de corbeta Arnaldo Mario Mutto, el teniente de navío Miguel Angel Berraz, el teniente de corbeta Claudio María Cabut, el suboficial segundo Nelson Darío Villagra, el suboficial segundo Remberto Eberto Brizuela, el suboficial segundo Juan Aurelio Noto, el cabo principal Carlos Omar Campastri, el cabo principal Jesús Oscar Arroyo el cabo primero Benjamín Pablo Scesa. También habían sido invitados dos periodistas: el director de Radio Nacional Jorge Mayor y el director de Canal 13 Río Grande, Rodolfo Rivarola. A último momento Mayor no pudo ser de la partida debido a un inconveniente imprevisto, lo que le salvó la vida.
El vuelo del Neptune en el que murieron 10 militares y un comunicador riograndense, tuvo su último contacto con la torre de control a las 12:13, cuando estaba cerca de la Isla 25 de Mayo. Luego la voz del piloto cesó repentinamente, declarándose el protocolo de alerta y búsqueda a las 13:22. Buscado por aire y tierra no fue hasta el día 24 de septiembre del ‘76 que un avión C 130 H localizó los restos de la nave sobre la ladera norte del cerro Barnard, en la isla Livingston. No había sobrevivientes.
En enero de 1977, un helicóptero del Ejército AE-451, cuya tripulación estaba integrada por el teniente primero Mario García, el teniente Alejandro Merani y el sargento mecánico Ricardo Segura intentaron acercarse al punto de impacto pero un repentino cambio de las condiciones meteorológicas provocó que la pequeña aeronave se estrellara también contra el monte, pereciendo todos sus ocupantes. Ante esta segunda tragedia aérea se decidió dar por concluidos los intentos de recuperar los cuerpos de quienes viajaban a bordo del Neptune, quienes quedaron en la isla austral como eternos centinelas de la patria.
En enero de 2024, a 48 años de aquella desgracia, un grupo de expedicionarios búlgaros encontró los restos de un avión, en Bahía Falsa. El glaciar de la Isla Livingston había por fin devuelto algunas partes del Neptune, cuya estructura y pasaje fueron en 1976 abrazados y cubiertos por la nieve.