EL CUARTO DENUNCIANTE DE MELELLA PIDIO QUE SE CITE A UN AMIGO DEL INTENDENTE A DECLARAR.
La cuarta denuncia en contra del jefe comunal se materializó el 14 de noviembre último y recayó en una primera instancia en el Juzgado Nro 1 de Daniel Césari, quien libró distintas medidas recabatorias de pruebas. Si se unifican las causas, esta será derivada a la órbita del juez Raúl Sahade, en donde se sustancian las tres anteriores.
El cuarto denunciante que al igual que los tres que lo precedieron – Alfredo Suasnabar, de 55 años de edad; Damián Rivas de 58 y Mario Loberas, de 43 – denunció al profesor Gustavo Melella por haberse sentido ultrajado sexualmente ante una situación de vulnerabilidad económica, mencionó a dos personas ajenas a la Municipalidad como nexos entre él y el titular del Poder Ejecutivo Municipal.
Pedro Walter Benítez, de 47 años, casado y padre de dos hijos, declaró en sede tribunalicia que ante una acuciante falta de trabajo, comentó su situación en la iglesia a la que concurre, ofreciéndose “una compañera” del culto que profesa, a “hacerme el contacto con el intendente Melella, cosa a la que accedí”. Acto seguido, Benítez relató bajo juramento que la persona, a la que no identificó con nombre y apellido, le tomó una fotografía para enviársela al intendente con su número telefónico, hecho llamativo dado que el denunciante esperaba obtener un trabajo en la construcción y no de modelo.
El obrero agregó que “inmediatamente recibí un mensaje de texto del intendente, quien me pidió que lo fuera a ver a su casa”.
Benítez dijo que el 14 de julio último a las 10 de la noche, se presentó en calle Las Lengas 1032, planta baja y puerta blanca, adonde dijo haber sido incomodado con manoseos en sus partes íntimas. También señaló que rechazó al funcionario advirtiéndole que “a mí no me gustan los hombres”.
En algún punto del relato se mezcla la vida estrictamente privada de cualquier ciudadano con la cosa pública: Benítez afirmó ante el juez que Melella le manifestó que “podía elegir entre entrar al Municipio como empleado, percibiendo un sueldo de unos 30 mil pesos o inscribirme como monotributista para entrar como agente en Obras Sanitarias, por lo que podía cobrar más plata y me pidió que al día siguiente le alcanzara mi CV. Pasó el tiempo pero jamás nadie me llamó”.
En otro tramo de su denuncia, el hombre sostuvo que “algunas semanas más tarde y en ocasión de verme con Oscar Juárez, un amigo personal de Melella, quien también tiempo atrás se había ofrecido a interceder para que pudiera acceder a un trabajo, le comenté lo ocurrido. Y que después de ese episodio en la casa del intendente nadie me había llamado. Entonces Juárez me contestó que si Gustavo me había citado en su casa yo debía haber accedido a tener relaciones sexuales. Que los amigos no los toma para trabajar”.
Por sus dichos, Juárez también está citado para prestar declaración testimonial y ratificar o desconocer la afirmación de Benítez.
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