Aunque había sido denunciado en el año 2020, recién en 2023 la Justicia dispuso su detención. A casi un año de estar preso en el pabellón de agresores sexuales en Ushuaia, finalmente fue juzgado y condenado.
El ex comandante del Cuartel de Bomberos Zona Norte fue considerado autor de los delitos de abuso sexual agravado en perjuicio de dos niñas de 8 y 14 años de edad, además de ciber acoso, producción de ponografía infantil, amenazas y corrupción de menores. En la condena se le unificó también otra causa que se remonta al año 2014 por haber defraudado en una suma millonaria a la institución que representaba.
Eduardo Aníbal Solari es un hombre de 63 años de edad que en los años 90 tuvo un rol protagónico en la sociedad fueguina por haber ocupado el cargo de comandante del Cuartel de Bomberos Zona Norte en la ciudad de Ushuaia. Su particular manera de ser y el posicionamiento que le otorgaba el cargo bomberil lo llevó a tratar con las autoridades de la gobernación del entonces Territorio Nacional, luego de la provincia y municipales, para gestionar obras vinculadas al cuartel que se emplaza en pleno corazón de los barrios San Vicente de Paul, La Cantera, Los Morros y otros aledaños. Ese histrionismo precisamente le permitió conseguir donaciones y subsidios de gran envergadura que decía que tenían como destino la institución que conducía pero que en realidad desviaba para su propio bolsillo. En medio de un gran escándalo, Solari fue denunciado en el año 2014 por administración fraudulenta y seis años más tarde, en 2020, se le sumaron dos denuncias por abuso sexual infantil en perjuicio de una niña de 8 años y de otra de 14, a una de las cuales está vinculado familiarmente.
Pese a la gravedad de los hechos denunciados, recién en el mes de junio de 2023 Eduardo Solari fue detenido y 10 meses más tarde, fue juzgado y condenado. De tal modo, el Tribunal lo condenó el 29 de abril a la pena de 20 años de prisión, accesorias legales y costas por haber sido considerado autor material y penalmente responsable de los delitos de “abuso sexual agravado por el vínculo, en concurso real con producción agravada de imágenes sexuales explícitas de menores o de sus partes íntimas, con suministro de material pornográfico a menores agravado, todos ellos reiterados en número indeterminado de ocasiones y en concurso ideal con promoción de la corrupción de menores agravada por el vínculo, y a su vez en concurso real con amenazas coactivas, ciberacoso sexual y con robo doblemente agravado por efracción y escalamiento”. En el mismo acto también se dispuso el cumplimiento efectivo de la pena de dos años y diez meses de prisión impuesta en suspenso a Solari por el mismo Tribunal y con sentencia firme de fecha 31 de octubre de 2019 en la causa N° 1564/13.
Un frondoso prontuario
Después de un largo periodo en situación de fuga, el vecino de Ushuaia decidió presentarse espontáneamente el 29 de junio de 2023 en dependencias policiales, luego de enterarse que la Policía de Tierra del Fuego había sido instruida por el Tribunal de Juicio Oral en lo Criminal del Distrito Judicial Sur, para que procediera a su inmediata detención en el lugar en el que lo hallare.
Si bien la Justicia lo buscaba por la denuncia que pesaba sobre él por la comisión del delito de “robo agravado” por la apropiación de valores y elementos destinados al pago de premios por sorteos que había organizado el Cuartel Zona Norte, urgía más encontrarlo por otras dos causas aún más graves, referidas a la comisión de delitos contra la integridad sexual de menores de edad.
Luego de muchos años de estar imputado finalmente el Tribunal Oral en lo Criminal del Distrito Judicial Sur decidió disponer “la inmediata detención” del sujeto, luego de no haberlo podido localizar ni hacerlo comparecer pese a los oficios de citación emitidos. Los jueces también ordenaron que se librara un radiograma al SIFCOP – Sistema Federal de Comunicaciones Policiales – y a la PSA – Policía de Seguridad Aeroportuaria, a fin de evitar su salida del país, habida cuenta que Solari es oriundo de Uruguay. Enterado de la resolución judicial, Solari finalmente decidió entregarse, luego de lo cual fue inmediatamente privado de la libertad. Solari se encontraba residiendo en la tira 1 del barrio 640 Viviendas, adonde se le cursaron reiteradamente notificaciones para que comparezca en Tribunales por los graves cargos que pesaban sobre él, en perjuicio al menos de dos menores de edad, haciendo caso omiso de ello y desapareciendo luego sin dejar rastros.
Así, el ex bombero fue imputado en las causas Nro. 2231/21, 25070/2014 y 2281/21, titulada “Solari Eduardo sobre Robo Agravado”; en las causas Nro. 951/20 y Nº 2411/23 caratulada “Solari Eduardo sobre abuso sexual agravado, producción de pornografía infantil, amenazas coactivas y corrupción de menores; y en la causa Nº 34899/21 “Solari Eduardo sobre grooming” – (acoso sexual infantil a través de Internet).
Según consta en el expediente, la primera de las denuncias por abuso sexual infantil se remonta al año 2020 y fue impulsada por la madre de una nena de 8 años de edad – directamente vinculada al imputado – en cuyo celular la mujer encontró fotografías de las partes íntimas de su hija que habían sido remitidas a un teléfono celular que correspondía a Solari. Un año después, la situación volvió a repetirse cuando los padres de otra niña, de 14 años de edad, encontraron en el aparato de telefonía celular de la menor, mensajes amenazantes pidiéndole a la chica el envío de fotos y material fílmico, desnuda. Nuevamente la investigación determinó que quien estaba del otro lado de la línea, era Eduardo Solari.
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