UN SUJETO DE 54 AÑOS DE EDAD FUE CONDENADO A 18 AÑOS DE PRISION POR ABUSAR DE SU HIJO DISCAPACITADO, LOS QUE SE SUMARON A LOS 14 QUE SE LE HABIAN APLICADO EN EL AÑO 2013, POR ULTRAJAR A SU HIJA.
El hombre fue condenado por el delito de abuso sexual agravado por acceso carnal y por el vínculo, reiterado en un número indeterminado de veces y en concurso ideal con corrupción de menores.
Héctor Arnaldo D. (- la Justicia impide la difusión de la identidad del sujeto condenado, dado que las víctimas llevan su apellido por tratarse de hijos biológicos ) fue condenado el jueves último a la pena de 24 años de cárcel, luego de ser sometido a juicio oral no público, en la sede judicial del Barrio Monte Gallinero.
El sujeto, de 54 años de edadny de nacionalidad argentina, ya estaba purgando una condena de 14 años de prisión, por haber sido encontrado culpable de haber violado a su hija biológica, en el año 2013. Durante el juicio, su ex esposa volvió a denunciarlo pero esta vez por haber abusado de su hijo varón, quien padece trastornos mentales. Realizada la instrucción del nuevo caso y efectuada una serie de pericias especiales en el menor, dados sus rasgos esquizofrénicos, la causa se elevó también a juicio y, el viernes último, a cinco años de la condena anterior, se produjo una nueva sentencia, esta vez de 18 años de reclusión. Como la sumatoria arroja 32 años de prisión, los jueces decidieron que Héctor Arnaldo D., cumpla una condena unificada de 24 años.
Aunque el imputado no se cansa de repetir que es inocente y que es víctima de un plan pergeñado por su ex mujer “para quedarse con la casa y el auto”, los jueces consideraron que existen sobrados elementos para determinar que el individuo abusó carnalmente de sus dos hijos, causándole gravísimos daños físicos y psíquicos, entre los años 2000 y 2012, “en innumerables ocasiones”, según consta en el expediente. En el caso del hijo varón con enfermedad mental de base, los peritos certificaron que el haber sido ultrajado sexualmente le provocó un agravamiento de su cuadro de salud mental.
Vale destacar que Héctor Arnaldo D., no impresiona como una persona violenta. Por el contrario, quien no lo conoce no pensaría que ese hombre de aspecto menudo, que terminó sus estudios en los últimos años de reclusión y que se muestra como ferviente religioso evangelista, sea un perverso sexual que dañó gravemente la vida de sus hijos, como lo hizo.
El individuo era empleado de una fábrica electrónica cuando fue detenido a raíz de la primera denuncia que lo tuvo como imputado.
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