La Antártida Argentina forma parte del patrimonio cultural e identitario de cada ciudadano de nuestro país, desde la infancia misma, cuando en las aulas se trabaja con la silueta cónica de un territorio que se sabe lejano, gélido y propio. En concordancia, forman parte del calendario de conmemoraciones fechas como el 22 de febrero, Día de la Antártida o el 21 de junio, en que se alude al Día de la Confraternidad Antártica.
Para ilustrar a nuestros lectores sobre la historia de aquel pedazo de suelo en el que un grupo de civiles y militares a diario ratifican soberanía con su presencia, Diario Prensa Libre invitó al especialista en temas antárticos, docente y militar retirado, Alejandro Bertotto, a compartir sus conocimientos.
Coroneles Perandones y Capela, junto al Gral. Pujato. Los tres diamantinos y comandantes del Ejército Antártico.
El 5 de junio de 1904 nacía en la ciudad de Diamante, Entre Ríos, don Hernán Pujato, ‘El San Martín de los Antárticos’, quién significó a la vida antártica argentina lo que el general Manuel Nicolás Savio, fue a la siderurgia nacional o el general Carlos Enrique Mosconi, al desarrollo de nuestros hidrocarburos. Su temple, su sentido del deber, su espíritu abnegado y luchador, fueron algunas de las características que lo distinguieron. Jefe exigente, austero, de fuerte personalidad, se constituyó siempre en ejemplo para sus subordinados.
Pujato y su obra fueron la base de la estrategia antártica argentina por más de 50 años. La profusa exploración realizada por él en lugares desconocidos del continente blanco, brindó a la república renombre internacional y el prestigio donde se apoya la preeminencia nacional en el concierto antártico mundial. Su plan antártico, sencillo, práctico y concreto, estableció físicamente los límites Este y Oeste del reclamo argentino en la Antártida – Bases Belgrano y San Martín -, fundó el organismo antártico nacional – I.A.A -, creando así la primera estructura antártica en el mundo para conducir la actividad nacional en el continente. Obtuvo además para el Estado argentino el primer buque específico para facilitar y profundizar la actividad polar, el Rompehielos San Martín Q-4, previo a la colonización del continente blanco (1954. Proyecto «Caserío San Lorenzo» en Bahía Primavera). Esto fue frustrado inicialmente por la llamada Revolución Libertadora y concretado posteriormente en 1978 con la instalación del «Fortín Sargento Cabral» en la Base Esperanza. Pujato proyectó también la Primera Expedición Científica Terrestre Argentina al Polo Sur, finalmente realizada en 1965 y conocida como Operación 90° Sur, materializada por la patrulla preparada y capacitada por el capitán don Gustavo Adolfo Giró Tapper y comandada por el entonces coronel Jorge Edgar Leal.