El futuro del turismo en Tierra del Fuego

El futuro del turismo en Tierra del Fuego

Pese a la importancia que representa el turismo en la economía mundial, se suele estigmatizar a dicha actividad adjudicándole cierta trivialidad o insignificancia. Existen aquellos que piensan que no requiere tanto estudio, que se trata de viajar, promocionar un determinado destino y pasarla bien. Sin embargo, como cualquier otra labor tomada en serio y luego de conocer todo lo que atraviesa, se comprueba claramente que su estudio y especialización requieren de permanente análisis, capacitación e investigación. Se trata de una actividad tan dinámica como lo son las expectativas de quienes viajan, en una constante mutación de sus deseos y de las sensaciones que esperan hallar en los más recónditos lugares del planeta, dado que hoy nada es inaccesible ni queda demasiado lejos.

Precisamente esa dinámica que nos lleva a experimentar con diferentes modalidades de turismo en una carrera que parece no tener fin, nos obliga a la permanente actualización e incorporación de nuevos turistas que se multiplican de acuerdo al requerimiento de nuevas experiencias de viaje. Pensar el turismo solamente desde los requerimientos de infraestructura y la promoción, dejando a un lado u olvidando la competitividad que incluye la calidad de la visita y el perfil de los nuevos turistas, es condenar al destino a un proceso de degradación y vulgarización.

Quienes hemos vivido el proceso que esta actividad ha experimentado en los últimos 40 años, no dejamos de sorprendernos ante la siempre cambiante expectativa del turista, cuestión que nos lleva a permanentes innovaciones a la hora de ofrecer un destino y a apuntar a nuevos nichos de mercados cada día más exigentes.

Mientras hoy experimentamos nuevas preocupaciones como consecuencia de la evolución tecnológica, algo parece quedar claro: no podemos volver atrás, menos detener el reloj o ignorar los gustos de nuevos visitatantes a los que tampoco podemos conducir sólo a lo que estamos dispuestos a ofrecer, porque la feroz competencia nos puede pasar por arriba.

El futuro del turismo en Tierra del Fuego

En este sentido debemos preguntarnos si estamos haciendo todo lo que debemos o simplemente no hacemos más que repetir una vieja receta de la que la gestión política no puede salir, mientras que al sector privado parece no importarle demasiado.

La actividad turística va generando procesos a los que se les debe prestar especial atención. Si no es así, es decir si ignoramos esos indicios, corremos serios riesgos de adquirir vicios que, una vez afianzados, resultarán muy difíciles de corregir.

Planificar el turismo no significa solamente mejorar la infraestructura, ampliar un puerto, intensificar la promoción o incluso explorar nuevos mercados. Planificar es observar detenidamente las debilidades del destino, los cambios en las apetencias del mercado, prestar especial atención a la calidad de la visita, los niveles de expectativas y de satisfacción del visitante, los perjuicios y beneficios sobre la población, minimizando los primeros y ampliando los segundos y, como hemos dicho, conducir eficientemente esos procesos.

Ahora a éstos los debemos conducir quienes vivimos en Ushuaia: el sector público en conjunto con el sector privado. Jamás debe hacerlo una sola de las partes. Nunca debemos permitir que el sector público lo haga desde la simple teoría ni tampoco el privado solamente desde el interés económico. Menos aún las plataformas que venden nuestras excursiones sin tener una sola agencia, ni aquellas que venden alojamiento sin tener un solo establecimiento hotelero. Ni tampoco los propietarios de los cruceros a los que sólo les interesa el negocio sobre el barco.

El sector público y el privado deben abrir el debate. No es recomendable adueñarse del problema o ignorarlo, sino compartirlo, entender que se trata de un proceso que viven casi todos los destinos y que el diseño de soluciones o atenuantes debe ser fruto del consenso y del aporte y la experiencia de todos.

Debemos entender que las políticas turísticas no deben ser definidas solamente con la mirada de un solo sector, porque Ushuaia, como destino turístico, debe beneficiar al mayor porcentaje de nuestra comunidad y sobre todo debe garantizar sustentabilidad ambiental, cultural, social y ganancias económicas que potencien el negocio y optimicen la cascada de distribución de beneficios.

Hoy no debería admitirse el desarrollo de un turismo que no sea responsable, respetuoso del atractivo natural y cultural, porque hablamos de cuestiones no sólo éticas sino además económicas.

Importantes organizaciones como el Consejo Mundial de Viajes y Turismo y la Organización Mundial del Turismo, han reconocido que el turismo en el mundo “debe ser pensado de nuevo”. En todos los informes en que se abordan estas cuestiones encontramos coincidentemente las mismas recomendaciones. La competitividad turística en el mundo ha aumentado enormemente, ello en respuesta a la modernización de las comunicaciones y la optimización del transporte, por lo tanto debemos mejorar la calidad de lo que ofrecemos, tanto en cuanto a servicios como a atractivos. Es imperativo entender que la competitividad no pasa solamente por quién promociona más, sino por quiénes ofrecen el mejor producto.

El nuevo turista busca un turismo de experiencias que lo emocionen. Exige un destino que le permita experimentar vivencias inéditas. No busca solamente conocer nuevos paisajes, sino además a quienes viven en ellos y muy especialmente sus historias. Es decir, el turismo del futuro será más personalizado, hecho a medida. Los expertos mencionan especialmente que sobrevivirán las agencias de viajes que sepan orientar su tarea a la preparación de nuevos productos, no tanto a la venta de viajes. En este sentido, las redes y la inteligencia artificial, llegaron para quedarse.

Los nuevos turistas, ya lo vienen insinuando desde hace varios años, exigirán destinos respetuosos del entorno natural, pero no sólo sustentables sino además regenerativos, es decir que ayuden a la remediación de ambientes degradados. Contarán con mayor ventaja los destinos auténticos, con pueblos de culturas fuertes, singulares y, como ya se ha dicho, con mucha identidad. Evitarán destinos anodinos, vulgares, comunes. Finalmente, reclamarán destinos seguros, que ayuden a disfrutar y con ausencia de preocupaciones.

Ante este panorama la pregunta inevitable es: ¿Nos estamos preparando para ese nuevo turismo?.


 


Edición:

Diario Prensa
Noticias de:  Ushuaia – Tolhuin – Río grande
y toda Tierra del Fuego.

http://www.diarioprensa.com.ar