El aniversario de Ushuaia remite a la fundación de una de las dos subprefecturas que el presidente Julio Argentino Roca mandó a instalar en el sur del país.
En documentos en papel que luchan por no desintegrarse por la acción del paso del tiempo, se refleja el afán de lucro o empresarial de algunos y que surgía de la lejanía de las ciudades australes y su necesidad de contactarse con el resto del mundo por la única vía posible: el mar.
Casi un año después, el 24 de septiembre de 1883, el Ejecutivo Nacional a cargo de Julio Roca, puso en marcha la propuesta a través del Ministerio de Guerra y Marina determinando las naves que conformarían la expedición: la cañonera Paraná, la corbeta Cabo de Hornos, el transporte Villarino y el cúter Santa Cruz, todo al mando del coronel Augusto Lasserre. La misión que se le había confiado era instalar las dos subprefecturas y llevar a cabo un reconocimiento de las costas patagónicas.
Hasta aquí la historia oficial acerca de cómo terminó fundándose Ushuaia.
Pero en esta ocasión haremos mención a otros hechos que, a posterior de lo mencionado, anticipaba ciertos planes para garantizar determinados servicios, algunos meses antes del 12 de octubre de 1884.
Fue así que el 5 de enero de 1884, mediante un decreto firmado por Julio Roca y Bernardo de Irigoyen, entre otros, se aceptó la propuesta de un tal Ventura Oreiro para establecer un servicio de navegación consistente en ocho viajes de ida y vuelta a Santa Cruz e Isla de los Estados, en forma anual.
El Artículo 5º se expresa: (sic) “Que al discutirse el Presupuesto vigente se manifestó la opinión del Honorable Congreso y la del Poder Ejecutivo en el sentido de establecer a la brevedad posible la comunicación con las costas del Sud, para fomentar la población y el progreso de aquellos territorios, votándose con tal fin una partida que permite establecer el servicio de navegación con la regularidad necesaria y extenderlo hasta el límite Sud de la República.”
Con las firmas de Francisco Madero, en su condición de vicepresidente de la República, Benjamín Victorica y Bernardo de Irigoyen, se resuelve con fecha 13 de febrero de 1884, “aceptar la propuesta hecha por el Sr. Ernesto Piaggio, ofreciendo en venta el vapor de su propiedad denominado “Plata” con todos sus útiles y enseres, por la suma de $ 19.000.- en moneda nacional. Dicho vapor se llamará en lo sucesivo “Comodoro Py” debiendo dársele la dotación de oficiales y marineros que necesite para su servicio.”
Es necesario recordar que el “Comodoro Py” formó parte de la flota comandada por el coronel de la Armada Augusto Lasserre y que a los pocos meses arribaría, por primera vez, a Ushuaia.
El 16 de diciembre de 1884 se firmó otra resolución a través de la cual se dio por suspendido el contrato con Dn. Ventura Oreiro y se contrataron los servicios de Ricardo Thomas con el vapor “Scotia” quien debía tocar los puertos de Patagones, Chubut, Puerto Deseado, Santa Cruz, Isla de los Estados y Ushuaia. Se le pagó por cada viaje la suma de $ 3.000.-
Algunos años después, el 14 de octubre de 1899, el gobierno nacional, resolvió: “Art. 1°. Aceptar la propuesta presentada por el señor José Menéndez, para hacer el servicio de navegación alrededor de la Tierra del Fuego, por el término de seis meses, debiendo hacer escalas en Punta Arenas, Lapataia, Ushuaia, Almanza, Harberton, Moat, Slogget, Río Grande, San Sebastián y demás puertos que indicará la Gobernación. Art. 2°. Se abonará al contratista una subvención mensual de $1.200.- pesos moneda de curso legal, debiendo el Gobierno suministrar el carbón necesario para cada viaje, con la obligación, por parte del contratista, de cumplir todas las demás condiciones de la propuesta presentada.” (Sic)
Para terminar con estas referencias a las comunicaciones existentes durante los primeros años de nuestra querida Ushuaia, en años en los que no existía otro contacto con el resto del mundo que no fuese a través del mar, transcribo un interesante decreto del 11 de diciembre del año 1900, que expresa lo siguiente:
“Visto este expediente, en el que los Sres. Spiro M. Ungaro y Santos Di Martino proponen el establecimiento de una línea de comunicación marítima entre los puertos de Buenos Aires y de la costa Sud por el Atlántico hasta el de Lapataia, y solicitan por ello y a cambio de algunas ventajas que ofrecen al Gobierno, que éste les acuerde una subvención a razón de un peso veinte centavos moneda nacional oro sellado por milla de recorrido que haga cada vapor durante los cinco primeros años, la que deberá disminuir en un 20 % en cada uno de los años subsiguientes, hasta quedar eliminada. Y considerando: Que los Sres. A. Delfino y Ca. en representación de la Compañía Hamburgo Sud-Americana de vapores, se han presentado proponiendo el establecimiento de una línea de navegación análoga, sin exigir del Gobierno subvención de ninguna especie,
El presidente de la República DECRETA:
Art. 1° No hacer lugar a la propuesta de los Sres. Spiro Ungaro y Santos Di Martino, para el establecimiento de una línea de comunicación marítima entre los puertos de Buenos Aires y de la costa Sud por el Atlántico hasta el de Lapataia y previa reposición de sellos, archívese este expediente. Art. 2° Comuníquese, publíquese y dése al Registro Nacional.
ROCA. / M. García Mérou.