El cuerpo deliberativo aprobó por la vía de la excepción el uso de una franja de la costa de Ushuaia, en avenida Perito Moreno y Vito Dumas, propiedad de Renacer, para la instalación de una planta de expendio de combustibles Axion Energy por parte de la empresa Zapco Group.
El proyecto contempla la contratación de los 38 cooperativistas de la ex Aurora, quienes además percibirían una renta mensual del inversor Maximiliano Zapata. Hasta el momento los interesados en el negocio solo cuentan con el visto bueno de los ediles, estando pendientes los estudios del impacto que registraría el ecosistema marino.
La instalación de una estación de servicio en la costa de Ushuaia: ¿es una oportunidad de empleo o una amenaza ambiental?. La pregunta surge tras la aprobación por parte del Concejo Deliberante de Ushuaia, el jueves último, de la instalación de una nueva estación de servicio sobre la costa de la ciudad, específicamente en el sector de la avenida Perito Moreno y Vito Dumas.
Diario Prensa Libre pudo saber, ante la sugestiva falta de precisiones de los actores involucrados, que el proyecto fue promovido por la Cooperativa Renacer en colaboración con el empresario Maximiliano Zapata y su empresa constructora Zapco Group, el que terminó siendo aprobado en la última sesión del Concejo bajo la figura de la «excepción» en el uso del suelo. Sin embargo, a pesar de la autorización obtenida, aún se encuentran pendientes los estudios de impacto ambiental que podrían determinar si la iniciativa pone en riesgo el delicado ecosistema costero de Ushuaia.
Cabe destacarse que Zapata, el empresario inversor, cuenta con un diversificado protagonismo en variados rubros, dado que además de ser propietario de la firma constructora Zapco Group, a través de la cual ha ganado numerosas licitaciones públicas y concretado proyectos inmobiliarios en la faz privada, también es dueño de los medios de comunicación Tiempo Fueguino en Río Grande y FM Master en Ushuaia, en donde también es accionista del medio gráfico El Diario del Fin del Mundo.
En definitiva, su propuesta incluye la instalación de una planta de expendio de combustibles Axion Energy, hecho que se presenta como positivo para los 38 cooperativistas de la ex Aurora, a quienes contrataría. El inversor también abonaría una renta mensual por el uso del terreno, en donde hasta no hace mucho tiempo funcionaba el playón municipal de incautamiento de vehículos.
En contraposición, el predio ubicado frente a la planta fabril se extiende sobre una franja costera que podría sufrir los efectos de la actividad industrial vinculada al expendio de combustibles. Este tipo de proyectos no solo afecta sin dudas el paisaje urbano, sino que también plantea interrogantes sobre los posibles daños ambientales que podrían sufrir la bahía de Ushuaia y sus alrededores. La presencia de una estación de servicio en la costa implica riesgos de contaminación, tanto del suelo como de las aguas cercanas, poniendo en peligro la biodiversidad marina que es vital para la ciudad y su entorno natural.
El Concejo Deliberante, en su reciente sesión, aprobó la solicitud de excepción para destinar el área a este tipo de actividad, pero dejó en claro que la autorización definitiva está sujeta a la revisión y aprobación de los estudios de impacto ambiental por parte de las autoridades competentes a nivel municipal, provincial y nacional.
El proyecto, anticipado veladamente hace algún tiempo por quienes integran la Cooperativa, viene causando preocupación en la comunidad, ya que a medida que Ushuaia sigue expandiéndose, el equilibrio entre el desarrollo económico y la protección del medio ambiente se vuelve cada vez más difícil de mantener. Mientras algunos defienden la instalación como una oportunidad para generar empleo y reactivar la economía de una planta fabril ociosa, otros advierten que no se debe poner en peligro uno de los mayores activos de la ciudad: su entorno natural.
El caso de esta estación de servicio sobre la costa no solo refleja un debate sobre el uso del suelo urbano, sino también sobre el tipo de ciudad que Ushuaia quiere ser en el futuro. ¿Una ciudad que se expande sin restricciones, sin considerar sus consecuencias ambientales? ¿O una ciudad que respeta su entorno, el cual ha sido un motor fundamental de su identidad y atractivo? La respuesta a estas preguntas aún está por verse, y dependerá en gran medida de cómo las autoridades y la comunidad gestionen este delicado equilibrio.