Cobertura de medicamentos suspendida a OSEF. El descontento aumenta entre los afiliados de OSEF, quienes se encuentran con carteles que informan que la obra social de los estatales provinciales está suspendida por falta de pago “desde junio”.
A lo largo de los últimos días, el común denominador para los afiliados de OSEF ha sido encontrar carteles en las farmacias que informan la suspensión de cobertura por falta de pago de la obra social desde el mes de junio. Esta noticia ha generado una creciente preocupación y malestar entre los afiliados, quienes se ven obligados a pagar el 100% de los medicamentos de manera particular, como si no tuvieran obra social.
Aunque en algunas raras excepciones ciertas farmacias aceptan una cobertura parcial de hasta el 40%, el problema persiste: los pacientes que tienen recetas con medicamentos que superan ese porcentaje, por ejemplo, al 70% o 90%, pierden totalmente la cobertura para esos productos y deben regresar al médico para que les realice una nueva receta.
Esto no solo aumenta los costos, sino que también genera más trámites y demoras innecesarias, dejando a los pacientes aún más frustrados. Si bien este proceso ya ha ocurrido en múltiples ocasiones, en este caso la situación parece pesarles más a los damnificados ya que la cercanía quizás de las fiestas de fin de año los sensibiliza en forma extraordinaria.
El panorama de malestar es evidente en las farmacias de toda la provincia, donde los afiliados no solo se enfrentan al costo económico de los medicamentos, sino también a la falta de acceso oportuno a tratamientos esenciales. Las expresiones de indignación y frustración se multiplican: “¿Por qué tenemos que pagar por algo que ya debería estar cubierto?”, “Esto es un abuso”, “Fabiana, la dueña de la farmacia más antigua de la calle Kuanip me dijo que desde junio que no le pagan”.
La crisis que atraviesa la obra social no solo afecta a quienes dependen de medicamentos costosos o de tratamientos prolongados, sino también a una comunidad de más de 59 mil afiliados que dicen sentirse desprotegidos e impotentes: “Si pagas al 100% OSEF después no te reintegra nada, pero cuando el medicamento se necesita, no queda otra que pagarlo y resignarse”.