Amargo desengaño del gobernador en relación a quienes integran el SUTEF. Pese a las concesiones y beneficios otorgados no logró que los docentes vayan a trabajar. Tal como le ocurrió a las dos últimas gobernadoras, a quienes el líder sindical condenado por la Justicia en 2015, Horacio Catena mantuvo en jaque con paros, asambleas, carpas y tomas, ahora también Gustavo Melella debió advertir: “Yo mantengo el diálogo con el gremio docente, pero a veces el reclamo es excesivo. Y también hay que ser solidarios con el resto”.
El mandatario expresó que “las desobligaciones no se pueden hacer. El Estado ha hecho lo mejor. Es cierto que en su momento perdimos salario contra el proceso inflacionario. Hoy es uno de los más altos del país. Se ha hecho todo lo que se pudo para la recomposición salarial de los docentes”.
Asimismo, dijo entender “que hay un proceso inflacionario y que el alquiler ocupa mucho. Con todo el respeto que les tengo, también es cierto que muchos votaron este ajuste nacional, que después recae en las provincias. Casi el 60% de la población apoyó a este Gobierno”.
“Así como la Provincia dispone al máximo de los fondos docentes, también lo tiene que hacer para la seguridad y el sistema de salud. Tienen que entender que no son los únicos dentro de la administración pública”.
Melella manifestó que “hay que trabajar una Ley de financiamiento que garantice los mejores salarios e infraestructura para salud, seguridad y educación. No se puede discutir la transformación educativa con permanentes asambleas y paros. Vamos a tener una posición muy clara.
El ministro no les regatea, pone lo mejor de sí. Ahora, también hay que entender y ser solidario con el resto”.
Y advirtió que una desobligación afecta “al padre o madre, que tiene que pedir permiso y hasta pierde su presentismo. Yo sé que esto no les gusta, pero también hay que ser solidarios. Cuando pudimos, hicimos todo y dimos lo mejor. Hoy damos todos los recursos que tenemos”.
INVERSIONES
Por otro lado, habló sobre la definición de algunos sectores de la Legislatura de no acompañar el pedido de endeudamiento del Ejecutivo: “Son miradas mezquinas. A muchos les preocupa sólo en los medios la cuestión energética, porque después tienen cero propuestas.
Es lo mismo con la salud pública. Era la posibilidad de endeudarnos para garantizar obras fundamentales. No nos achicamos, y vamos a buscar la forma de hacerlo. El HRU avanza; inauguramos el Centro de Rehabilitación, y seguimos haciendo obras. A mí no me preocupan esas cosas, porque son más políticas que otra cosa”.
“Estamos trabajando en otras cosas, por ejemplo en un fideicomiso. De alguna manera lo vamos a hacer”.
Y reconoció que no le sorprende, “porque tiene que ver con actitudes del último tiempo. Tampoco me preocupa. Todo lo contrario. Don Bosco decía ‘a grandes urgencias, grandes proyectos’. Entonces, esto nos tiene que dar más fuerza, no preocuparnos”.
Consultado por el FAMP, Melella recordó que “el último año del gobierno de Alberto Fernández no hicieron nada. Ahora con este gobierno ocurre lo mismo. Tengo que reconocer que en este tiempo han puesto mayor celeridad. En unas horas hay un Zoom para avanzar y lograr el desembolso de fondos”.
Y destacó que “se le aprobó una inversión a Newsan para la producción de mejillones; se espera que se aprueben los fondos de Mirgor para el puerto de Río Grande. Queremos que tengan mayor celeridad, porque es la clave para tener más desarrollo en la provincia”.
En cuanto a sus previsiones para el 2025, el gobernador dijo: “No voy a mentir: va a ser un año duro. Ojalá el país empiece a crecer y se reactive. La inversión, el desarrollo y el crecimiento son el camino. Vemos tiempos buenos para Tierra del Fuego, porque vienen inversiones.
Nos reunimos con Mirgor y Vías Navegables de Nación, para destrabar los fondos; tenemos un Zoom con una empresa muy importante para el desarrollo del gas en Río Grande”.
Finalmente, deseó que “la Nación empiece a despegar y sea un año de crecimiento, porque lo necesitamos. No es solo ajuste, hay que generar empleo y desarrollo”.
“Esperamos que sea un año de esperanza cierta”, culminó.