Bombero y jefe del Departamento de Promoción, Capacitación y Difusión de Defensa Civil Ushuaia, Walter Ruano. El voraz incendio afectó a unos 900 metros cuadrados y fueron más de 60 los bomberos de los cuarteles Central Ushuaia y Zona Norte que trabajaron en el lugar.
Walter Ruano brindó un completo informe sobre el devastador incendio que consumió el depósito del supermercado La Victoria, ubicado en la intersección de las calles Kuanip y Tolhuin. El siniestro, que se desató en la madrugada del miércoles 22 de enero, afectó aproximadamente 900 metros cuadrados de superficie, dejando el edificio gravemente comprometido y en riesgo de colapso.
El funcionario, quien además es bombero voluntario, relató cómo se desarrollaron las tareas para contener las llamas: “Cuando llegamos, el fuego ya estaba en la parte trasera del edificio, sobre calle Kuanip, afectando la planta baja y el primer piso. En esa sección había una acumulación de materiales altamente combustibles, lo que facilitó que las llamas avanzaran rápidamente hacia la planta alta, consumiendo todo a su paso. La conexión entre el depósito y el salón de ventas permitió que el fuego ingresara a otras áreas, afectando severamente la estructura”.
El jefe de Defensa Civil explicó que inicialmente los bomberos intentaron un ataque directo utilizando mangueras de alto caudal, lo que ralentizó la propagación. Sin embargo, el fuego creció de manera descontrolada y comenzaron a registrarse explosiones en el depósito debido al almacenamiento de materiales inflamables. “Ante esta situación, optamos por cambiar de estrategia. Nos alejamos para preservar al personal y continuamos con un ataque indirecto desde la vereda de enfrente. En un momento, el agua ya no era suficiente y no hubo forma de frenarlo”, detalló.
En cuanto a las acciones preventivas, Ruano destacó que se evacuó a las familias de una vivienda cercana ubicada sobre la calle Primer Argentino. “Si bien el fuego no llegó a irradiar hacia las casas vecinas, preferimos despertarlos y mantenerlos fuera de peligro. Gracias a estas medidas, no hubo heridos entre los vecinos ni entre los cerca de 60 bomberos que trabajaron en el operativo”.
Respecto a los daños materiales, señaló que el salón comercial del supermercado no fue alcanzado directamente por el fuego, pero sufrió importantes daños por el agua utilizada en las tareas de extinción. “El depósito quedó completamente destruido, y la estructura del techo colapsó. Las paredes de ladrillo presentan grietas, lo que aumenta el riesgo de derrumbe. Parte del edificio fue vallado para evitar el paso del personal a zonas inseguras. En casos como este, cuando se enfrían estructuras muy calientes con agua fría, existe un alto riesgo de colapso”, explicó.
El operativo incluyó la intervención de distintas áreas municipales y provinciales. “Desde temprano contamos con el apoyo de la Dirección Municipal de Tránsito para realizar cortes en las calles aledañas. La Dirección Provincial de Energía cortó la electricidad en la zona, no solo en el supermercado sino también en los alrededores por la amenaza a los cables. Camuzzi Gas del Sur también se presentó para realizar el corte del suministro. Obras Sanitarias colaboró activamente, facilitando la provisión de agua desde la planta Bahía Golondrina”, enumeró Ruano.
Finalmente, el jefe de Defensa Civil destacó que la investigación del origen del incendio está a cargo de peritos de la División Policía Científica y aclaró: “Cuando llegamos, el fuego ya estaba declarado y había avanzado rápidamente”.