LA JUSTICIA DISPUSO LA DETENCION DE UNA MUJER DE 33 AÑOS DE EDAD QUE HACE 10 REALIZABA TAREAS DE LIMPIEZA EN LA FIRMA COMERCIAL CONSTRU SEC.
Todo comenzó cuando el propietario del comercio Constru Sec emplazado sobre calle Magallanes 2845 y dedicado a la venta de materiales de construcción y de herramientas, notó reiterados faltantes de mercadería. Luego de realizar un pormenorizado conteo de materiales y de cotejar la información con las cargas que en cierto lapso recibió de sus proveedores habituales, Rubén Javier Torres decidió dar intervención a la Policía.
La inquietud fue recibida en la Comisaría 2da de Ushuaia en donde inmediatamente personal experto se dedicó a tratar de develar la extraña, constante, progresiva e inexplicable desaparición de valiosas herramientas, valuadas en una suma aproximada a los 400 mil pesos.
Poco tiempo después la investigación dio sus primeros frutos y las sospechas recayeron en el personal de la firma comercial, más precisamente en dos empleados, un hombre y una mujer. Fueron numerosas publicaciones en un sitio de clasificados de Facebook lo que puso en evidencia que se estaba ante una maniobra de venta de herramientas robadas.
Y así fue que cuando la Justicia autorizó el allanamiento del domicilio de la presunta empleada desleal, el de su madre y el de un taller mecánico a su nombre y atendido por su novio, no quedaron más dudas: una gran cantidad de herramientas eléctricas y manuales fueron secuestradas y luego identificadas por el dueño del local, como parte de las faltantes. Inclusive, al hacerse presente personal policial el día jueves por la mañana en el comercio para detener a quien resultó ser Yasna Marisol Saldivia Barrientos, los testigos convocados para presenciar la requisa personal de rigor a la que fue sometida, pudieron observar que en el fondo de su cartera había un juego de seis destornilladores nuevos, también reconocido como propio por el dueño del establecimiento.
Ante la contundencia de los hechos, la mujer de 33 años de edad y empleada de maestranza en el lugar desde hace alrededor de una década, fue privada de la libertad en carácter de incomunicada.
En cuanto al otro empleado sospechado no se pudieron todavía obtener elementos probatorios que lo vinculen al ilícito, aunque algunas fuentes consultadas por Diario Prensa revelaron que la cantidad y peso de la mercadería sustraída pudo haber requerido la intervención de al menos una segunda persona.
La Justicia procedió también al secuestro del teléfono celular de Saldivia Barrientos, de cuyo peritaje podrían resultar nuevas líneas de investigación que involucren a posibles cómplices en el accionar delictivo.
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