EL ALUMNADO DE LAS ESCUELAS PUBLICAS DE LA PROVINCIA VE PELIGRAR EL AÑO ESCOLAR POR REITERADAS ACCIONES TERRORISTAS QUE ESTAN SIENDO INVESTIGADAS POR LA JUSTICIA..
Numerosas acciones violentas vienen sucediéndose en la provincia desde hace varios días, protagonizadas por sujetos que escudándose en la oscuridad y el anonimato, dejan fuera de servicio los sistemas de calefacción, sanitario y eléctrico en las escuelas públicas de Ushuaia, Tolhuin y Río Grande.
Este accionar, calificado por las autoridades como “sabotajes”, sugestivamente comenzaron a registrarse luego de que el 2 de agosto pasado se produjera una explosión por una pérdida de gas en la Escuela Primaria Nro 49 “Nicolas Avellaneda”, en Moreno, provincia de Buenos Aires.
Es de destacar que públicamente el gremio del SUTEF y la CTA, liderados por el docente no profesional Horacio Catena, condenado por la Justicia provincial en diciembre de 2015 por motorizar la violenta toma a la Casa de Gobierno de 2013 y luego exonerado de sus funciones, se dieron por aludidos ante los dichos del vicegobernador Juan Carlos Arcando, quien tildó de “criminales” a quienes atentan contra las escuelas y sus alumnos.
No pasa desapercibido para nadie que Catena, conjuntamente con otros docentes también condenados y exonerados por los mismos hechos, difunden casi en tiempo real uno a uno de los actos vandálicos en sus cuentas de Facebook, sosteniendo que los mismos obedecen a falta de mantenimiento por parte de la gestión de la gobernadora Rosana Bertone, quien decidió sostener el decreto de exoneración del grupo de violentos, firmado por la ex mandataria Fabiana Ríos, a poco de concluir su mandato.
Uno de los últimos actos vandálicos ocurrió en la Escuela Nro 15 del Barrio San Vicente de Paul de Ushuaia, en donde uno o varios malvivientes rompieron a patadas el gabinete en el que se aloja la caldera que calefacciona el gimnasio del establecimiento y luego desactivaron sus conexiones.
También en la Escuela 45 de Tolhuin y en el Colegio secundario Ernesto Sábato “alguien” abrió las hornallas en el sector de las cocinas, dejando escapar el gas con consecuencias impredecibles. Afortunadamente en ambos casos rápidamente los sabotajes fueron neutralizados, abriendo el personal a cargo puertas y ventanas para ventilar.
En todas las situaciones interviene personal técnico de la División Policía Científica cuyos informes fueron trasladados de inmediato a la Justicia provincial en donde se desarrolla la investigación pertinente.
A los hechos vandálicos consumados se suman permanentes llamadas telefónicas anónimas a los establecimientos, a través de los que voces anónimas anuncian la existencia de bombas, que obligan a aplicar el protocolo de emergencias que consta de evacuación inmediata y revisación de las instalaciones, provocando la paralización de las clases.
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