SE CONFIRMO EN LAS ULTIMAS HORAS UNA NUEVA DENUNCIA EN CONTRA DEL INTENDENTE GUSTAVO MELELLA.
En la causa intervino el fiscal mayor Guillermo Quadrini, quien requirió la instrucción del caso, ya se ordenaron medidas de prueba y se llamó a declarar al denunciante para que ratifique sus dichos.
Como ya se ha publicado, a las dos primeras denuncias radicadas en la sede judicial riograndense por el presunto delito de abuso sexual coactivo en perjuicio de Gerónimo Alfredo Suasnabar, de 55 años de edad y Damián Rivas, de 58, se sumó posteriormente la de Mario Loberas, de 43 años, en todos los casos con el titular del Ejecutivo municipal como imputado.
En las últimas horas, ingresó a la sede tribunalicia una cuarta denuncia del mismo tenor, esta vez efectuada por un hombre de 47 años de edad, identificado como Pedro Walter Benítez, también dedicado como los anteriormente mencionados, a tareas de construcción.
Casado y padre de dos hijos, Benítez se presentó ante el fiscal Quadrini, con la representación legal del Estudio Jurídico Lapadula y Asociados “para impetrar formal denuncia contra Gustavo Melella por la posible comisión del delito de abuso sexual simple, Art. 119 del Código Penal”.
El trabajador de la construcción sostuvo, al ser preguntado sobre cómo ocurrieron los hechos que deseaba denunciar, que “desde hace dos años que resido en Río Grande, ocupándome siempre en tareas de construcción, tal cual hacía antes de mi arribo a la provincia, de pequeñas obras en carácter de contratista. Desde que llegué a la isla y debido a la crisis económica que atraviesa el país, se me dificultó conseguir nuevos trabajos, encontrándome sin obras en curso. Frente a esta situación, una compañera de la iglesia a la que asisto me propuso que le pida trabajo al intendente de la ciudad, ofreciéndose a hacerme el contacto. Para ello me tomó una foto y se la envió a Gustavo Melella con mi número de teléfono. Inmediatamente él me mandó un mensaje de texto y comenzó un diálogo cuya captura de pantalla acompaño en este acto. Me dijo que lo fuera a ver a su casa. Yo le dije que como recién salía de trabajar iba a pasar primero por mi casa a bañarme y que después iba a ir a verlo, a lo que respondió que `bañadito mejor´. Como no entendí el comentario no contesté nada, recibiendo de él un nuevo mensaje en el que me preguntaba `¿Te asusté?´. Como yo solo quería conseguir un trabajo le respondí que estaría en su casa a la hora señalada a la dirección que me había mandado por teléfono”.
El denunciante siguió relatando que “ese mismo día, el 14 de julio de este año, a las 22, me acerqué a su casa, en calle Las Lengas, planta baja, puerta blanca. Al llegar me recibió solo, me dio un abrazo y me invitó a sentarme en una mesa en el living. Me preguntó si tenía familia a lo que contesté que sí, que tengo a mi señora y dos hijos. Entonces me dijo que yo podía elegir entre entrar al Municipio como agente en Obras Sanitarias o inscribiéndome como monotributista, facturando a la Municipalidad. Me dijo también que como empleado ganaría unos 30 mil pesos por mes pero como contratista podía ser más la plata. Me aseguró que trabajo iba a tener y me pidió que al día siguiente le alcanzara mi CV. Me dijo que me despreocupara porque el martes viajaba a Buenos Aires y entre el lunes y el viernes tenía que hacer ingresar a siete personas”.
Sobre el presunto abuso sexual denunciado, Benítes explicitó ante Quadrini: “El intendente se acercó a mi silla y me quiso tomar las manos, lo que me incomodó y se lo hice saber. Cuando me puso la mano en la entrepierna me levanté y le dije que no me gustaban los hombres. Me dijo que no me asustara y que ya nos volveríamos a ver. Lo saludé y me fui. Al día siguiente le mandé un mensaje para llevarle mi CV y no me contestó. Pasó el tiempo y jamás nadie me llamó”.
El constructor manifestó en el mismo acto que ponía a disposición su teléfono celular para que fuera peritado y se pudiera constatar la existencia de mensajes con el contacto que figura “Gustavo Melella” con el número ………21”.
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