Se trata del Dr. Fernando Cuevas, oriundo de San Juan al igual que la presunta víctima, también médica y ex alumna del facultativo. Habría usado una identidad falsa en Facebook para pedir fotos y videos íntimos a la médica, y afirma que la profesional le había pedido dinero para no exponerlo.
La Dra. Alejandra Balverde, de 28 años de edad, había radicado una denuncia por acoso sexual contra su colega Fernando Cuevas sobre fines de diciembre pasado. Aseguró que el médico, que se desempeñó como director del hospital regional Río Grande y hoy está a cargo del servicio de guardia del Sanatorio Fueguino, le solicitó fotos y videos íntimos usando una identidad falsa de Facebook.
Los mensajes que figuran a nombre de “Felipe Ledesma”, quien según la médica sería el Dr. Cuevas, son de alto contenido sexual y datarían de un año. Ante la insistencia del acoso, Balverde decidió radicar la exposición correspondiente en la Comisaría quinta de Chacra XIII, donde expuso la amenaza de su acosador de hacer públicas fotos íntimas de ella, que tendría en su poder, acompañando las capturas de los mensajes de Facebook que así lo demuestran. A cambio, le pedía nuevas fotos y videos íntimos.
Balverde aclaró que al comienzo no sabía que quien se contactaba como Felipe Ledesma era presuntamente el Dr. Cuevas, pero comenzó a sospechar de él porque le había entregado su computadora con la contraseña de Gmail para que sincronizara algunos programas. “Al otro día de ser acosada, me llega la notificación a mi correo diciéndome que alguien se quería meter a mi cuenta de Gmail, además que en la sincronización salía un dispositivo Apple y allí es donde me comienza a cerrar que mi colega era el posible acosador”, contó a los medios, por lo que radicó una segunda denuncia, esta vez identificando al médico.
Balverde dio a conocer pericias realizadas que vincularían al alias Ledesma con Cuevas, con la identificación del IP del celular a través del cual ingresaba a los datos almacenados en Gmail de la denunciante, para hacerse de las fotos íntimas que pretendía ventilar, de no acceder ella a enviarle fotos y videos desnuda.
Trascendieron los mensajes de chat intimidatorios del alias Ledesma, que después de la primera denuncia se había llamado a silencio por un tiempo, dijo Balverde.
En julio de 2018 reapareció y el tono de su mensaje pasó de acoso sexual a extorsión. Le aseguró que tenía fotos íntimas de ella y que si no hacía una producción de «fotos y videos desnuda», publicaría las imágenes que tenía en su poder en todas las redes sociales. Incluso le envió una de las fotos que había extraído de su cuenta como prueba. La segunda denuncia de Balverde fue radicada en la Comisaría de la Mujer, ya identificando al Dr. Cuevas como responsable. En los mensajes, el alias Ledesma le da a entender que tiene algún tipo de acceso a sus cuentas, dado que le advierte que sabrá si toma capturas de las conversaciones de chat, si lo denuncia o comenta a alguien de este pedido de fotos y videos pornográficos.
El detalle del precio a pagar por la médica está en uno de los chats que obran en poder de la justicia: “Quiero 8 fotos de su cola: 2 en cuatro con una colaless bien chica, 2 sin nada, 2 parada con la misma colaless y 2 parada sin nada. Cuatro fotos de sus pechos, 2 con corpiño y 2 sin corpiño; 4 fotos de su entrepierna, 2 con ropa y 2 sin ropa y un video de 20 segundos sin ropa, donde me muestra todo su cuerpo desnudo y lo toca con gusto y placer».
“Si usted cumple, yo cumplo. Y recuerde, si esta conversación la ven otros ojos, lo sabré, y publicaré sus fotos, que si no me cree puedo mandarle una para que salga de la duda. Espero su respuesta”, se puede leer en otro, hasta que finalmente le envía fotos personales sacadas de su cuenta como muestra.
Por FM Aire Libre y FM Prensa, la abogada del Dr. Cuevas, Dra. Dalila Nora, dio a conocer una contradenuncia contra Alejandra Balverde por el delito de “extorsión, amenazas y privación de la libertad”, y asegura que la médica le pidió al presunto acosador un millón y medio de pesos “para no arruinar su buen nombre y honor”.
“El Dr. Cuevas se vio obligado a renunciar al Hospital de Río Grande por esta situación de acoso hacia él que viene desde abril”, sostuvo la letrada.
En principio la abogada de Cuevas negó que exista una denuncia formal, o que al menos esté en su conocimiento, y expuso “amenazas contra el Dr. Cuevas posteriores a los allanamientos que se realizaron en la causa que el doctor le inicia a la doctora. Hoy tenemos dos causas tramitando: la causa por extorsión contra la doctora, y por otro lado una causa en la que ya nos pusimos a disposición de la justicia, donde ella dice que el Dr. Cuevas la amenazó”, dijo Nora, reconociendo que hay una denuncia penal de Balverde, pero que no se trata “de una denuncia por acoso”.
Consultada sobre el motivo por el que Cuevas acusa a la médica de “privación ilegítima de la libertad”, explicó que “en principio la denuncia es por extorsión y amenazas. A raíz de esos dos puntos se suscitaron otros hechos. Ahí viene la privación de la libertad”, dijo.
“Puntualmente se le pidió dinero al Dr. Cuevas para no hacer público en las redes sociales que supuestamente él había acosado a la doctora. Hay pruebas de todo tipo que ya fueron aportadas a la justicia. Son testigos en principio y llamadas telefónicas, y esto es algo que viene desde hace tiempo, porque el Dr. Cuevas estaba recibiendo un acoso desde el mes de abril, y se ve obligado a renunciar a su puesto de planta permanente en el hospital por esta situación. Ahora está cumpliendo funciones en el Sanatorio Fueguino, y trató de cortar todo vínculo con esta doctora”, manifestó la abogada.
Además relató que se conocían antes de llegar a la isla, porque Cuevas “fue profesor de ella en la Universidad de Cuyo. Los dos son de San Juan. Una vez que se recibió, se vino a Tierra del Fuego, y luego ella le envió un mensaje de Messenger para ver si había trabajo en Río Grande y Ushuaia. El doctor le pasó los datos y pocos meses después la doctora ingresó al hospital”.
El viernes por la noche se realizaron cuatro allanamientos, en Luisa Rosso 235, tercer piso dpto. 6, con resultado negativo, también en Estrada 430 al fondo, con resultado positivo, siendo el domicilio de la Dra. Balverde.
“A él lo llamaron a ese domicilio y entre cuatro personas, entre ellas Balverde, lo obligan a firmar una documentación mostrándole el supuesto oficio judicial en el cual estaba en calidad de imputado en una causa de acoso y supuesto abuso. Empezaron a intimidarlo, dos personas fingieron ser policías, y toda esa documentación que él había firmado se encontró en casa de la doctora, más una orden falsa de notificación de derechos y garantías. A él le obligaron a firmar el monto que se comprometió a dar para que esto no se haga público y no le arruinen el buen nombre y honor, que era un millón y medio de pesos”, dijo.
Se le preguntó por qué firmó si no había cometido ningún acoso, y aseguró que “hubo circunstancias por las que lo obligan a firmar, entre ellas torturas”.
El tercer allanamiento fue en Juárez Celman 1635, donde se secuestra una tonfa policial y un celular Samsung y se notifica de derechos de garantías a Leandro Soto, Mirta Cárcamo, Agustín Soto, Melina Palacio.
“Nosotros pedimos el allanamiento por una persona puntual, Leandro Soto, pero como se encontraron pruebas se procedió a noticiar a todos. Soto fue uno de los que se hizo pasar por policía”, señaló Dalila Nora.
Respecto de los chats de Facebook de Felipe Ledesma, identidad que se le atribuye al Dr. Cuevas, dijo que “ella va a tener que demostrar que ese Facebook pertenece realmente a mi cliente. Ella dice que el Dr. Cuevas ingresaba desde una computadora del hospital y luego desde una computadora del Sanatorio Fueguino”.
Si bien aclaró que en el caso del Sanatorio “es imposible” por el sistema que tienen, en el caso del hospital dijo que se trata “de un sistema vulnerable, porque hasta el personal de limpieza puede ingresar a las computadoras de los médicos. Estamos esperando las pericias que se están realizando tanto a las computadoras del hospital, del sanatorio, y la computadora y celular de mi cliente, con todos los elementos de informática que se secuestraron en las dos causas”.
La denuncia de Cuevas recayó en el juzgado del Dr. Raúl Sahade, actualmente de licencia; y la denuncia de la Dra. Balverde tramita en el juzgado del Dr. Cesari Hernández, juez de feria en este momento.
De esta causa, Cuevas fue notificado esta semana y “es por amenazas a través de este Facebook de Ledesma. Al día de la fecha no existe una denuncia por acoso y ahora va a tener que demostrar que ese Facebook pertenece realmente a mi cliente”, concluyó la abogada.
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