Carina Camacho volvió a ser intimidada por el padre de una alumna de La Misión, que la había agredido el viernes pasado. El sábado se radicó la denuncia y ahora se hizo una ampliación, con un pedido de restricción de acercamiento al agresor.
“La verdad que a todos nos tiene sorprendidos esta situación. Carina (Camacho) está bien, está contenida de la empresa, fuera de estas tres circunstancias que le tocó vivir, aparte es una persona muy positiva y no quiere que esto le cambie su vida normal y laboral”, dijo Fabiana Peralta, encargada de la empresa de transporte público.
Recordó que “esto empezó el viernes de la semana pasada, cuando una persona subió a la unidad aduciendo que teníamos una demora de una hora y media en la línea D, que va a La Misión. Nosotros tenemos el control de GPS de la frecuencia y era normal, es más, tenemos dos unidades a disposición para esa línea. Le faltó el respeto, la trató muy mal, le sacó la planilla de la mano. Cuando ella logró comunicarse con nosotros quisimos hablar con esta persona pero fue imposible mantener una conversación normal. Decidimos acompañar a Carina, que estaba en el centro de transferencia. El sábado a la mañana esta persona volvió, la esperó en la parada en su auto particular, bajó el vidrio en una actitud de amenaza hacia la conductora, y ahí uno de los socios, Ariel Ledesma, decidió acompañarla a hacer la denuncia a la comisaría tercera”.
“Por tercera vez, volvió a suceder lo mismo, por lo que decidimos ampliar la denuncia y presentarnos como querellantes en la causa. En este momento el abogado, que es Fabio Pesce, está en el juzgado haciendo los trámites pertinentes para conseguir una orden de prohibición de acercamiento”, informó Peralta.
“Sinceramente desconocemos el motivo de esta actitud, porque Carina no conoce a esta persona, y no entendemos lo que está haciendo. Al subir le dijo a ella que, cuando llegara a La Misión y quedara sola, porque iban cuatro personas en la unidad, iban a ver por qué lo estaba buscando y por qué lo escracharon. Ella lo reconoció, frenó y automáticamente una pasajera se comunicó con la empresa. Nosotros llamamos a la policía y nos presentamos junto con el gremio en el barrio YPF, porque este señor no se quería bajar”, dijo.
Pese a estas intimidaciones, aseguró que “Carina está bien y no se quiere cambiar de línea, porque dice que esta persona no le puede modificar su vida laboral y personal. La contención de la empresa y del gremio está, y ahora seguimos el procedimiento legal. La empresa le ofreció cambiar de recorrido, pero ella me transmitió que esto no puede modificar su situación laboral y obligarla a cambiar de línea. Esta línea hace el recorrido a La Misión y lleva niños. Este hombre es padre de una alumna de La Misión y es mucho más delicado”, concluyó.
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