El intendente electo cuestionó el ajuste en módulos alimentarios, obra pública y la pauta cero para los trabajadores. Barajó que se intenta un ajuste para ocultar el déficit, “que no vamos a hacer de ninguna manera”, sentenció. Espera la convocatoria de los concejales al debate.
El intendente electo de Río Grande, Martín Pérez, advirtió a la gestión saliente que “no van a hacer un ajuste”, si es lo que se pretende a partir de la presentación del proyecto de presupuesto 2020, donde se reducen fondos para módulos alimentarios, obra pública y no hay pauta salarial, entre otros puntos. Además se mostró asombrado por una deuda superior a los cien millones con la empresa de recolección de residuos, que tendrán que resolver.
Prevé realizar modificaciones y espera la convocatoria de los concejales al debate, según adelantó por FM La Isla. El diputado recordó que decidieron no participar de la elaboración del proyecto “por falta de información”, pero luego de analizar el presentado, “hemos evaluado la necesidad de solicitar modificaciones a los concejales actuales”, dijo.
Por un lado plantea corregir la actualización de la unidad fiscal, que “tiene que ser menor que el índice de inflación anual. Es imposible dejar al libre albedrío la actualización como lo establece la ordenanza actual. Necesitamos sostener el funcionamiento del Estado municipal y hoy estamos en condiciones de decir que podemos llegar a una bonificación superior al 30%, que es mayor inclusive a la que otorgó la actual gestión”, señaló. Consideró que con esta adecuación podrán igualmente “llevar adelante la inversión en obras y la inversión social que necesita la ciudad para poder sostener el desarrollo de sus políticas”.
Entre los puntos más objetados del presupuesto, apuntó al gasto social mensual. “No entendemos por qué se ha presupuestado para 2020 un monto que no permite sostener los 6 mil módulos que el municipio dice que entrega todos los meses. Tenemos que conversar esto con los concejales y hacer una modificación para sostener ese nivel de demanda social de la ciudad, porque no queremos llegar al municipio a recortar módulos sociales”.
También cuestionó el recorte en obra pública: “El presupuesto que se ha presentado es de 213 millones de pesos, y es menor al ejecutado en 2017. Alcanza a obras en ejecución y también a redeterminaciones, que van a ser objeto de revisión en nuestra gestión. El plan de pavimentación para 2020 es de 12 cuadras, y claramente las necesidades de nuestra ciudad son mayores a 12 cuadras. Esto lo analizaremos con los concejales, si es que lo permiten”, dijo.
En cuanto a los gastos de mantenimiento presupuestados, aseguró que “son de cero pesos para forestación, pintado de cordones, mantenimiento de agua, cloacas, de espacios públicos, de la red de semáforos. Me gustaría saber por qué motivo se han establecido cero pesos. El bacheo para 2020 es de 8 millones de pesos y la verdad no sé cómo lo vamos a resolver”, manifestó.
Con respecto a la recomposición salarial, “para el presupuesto 2020 es del cero por ciento. Lo que vamos a hacer es garantizarle a los trabajadores la apertura de las paritarias”, se comprometió, y agregó que “el presupuesto en términos de empleo público es insuficiente para cubrir los costos anuales de contratos y planes que otorgó esta gestión municipal. No vamos a aumentar la estructura política, pero queremos sentarnos a ver por qué se ha establecido esa pauta”.
Como contrapartida, observó un aumento exponencial de los fondos destinados al subsidio a colectivos. “En el caso del transporte público, en 2019 el presupuesto representaba 80 millones de pesos, y para 2020 se fijaron 175 millones de pesos, es decir un aumento del 100%. Yo quiero que los vecinos conozcan por qué motivo se ha dado este aumento, y quiero saber además si la empresa está requiriendo ese aumento, si hay algún pedido formal. Sería bueno que la empresa vaya al Concejo Deliberante y explique si aumentó el combustible, los gastos, y tal vez uno no lo sabe”.
La deuda con la empresa de recolección de residuos es otro punto que encendió el alerta: “Hay deuda en redeterminaciones y facturas impagas por un monto cercano a los 100 millones de pesos. No sé si están esperando que asumamos nosotros y explote en mil pedazos la recolección de residuos de la ciudad”, disparó Pérez, y aseguró que de no presentarse el presupuesto “no se hubieran enterado” de esta situación, porque todavía no le dan acceso a los datos económicos a su representante en la transición.
“Cuando uno está en la función pública tiene una responsabilidad mayor que hacerle zancadillas a quien lo sigue en la gestión”, fustigó el intendente electo, con la expectativa de que “no sea ese el ánimo de la actual gestión, pero cuando uno ve estos números, son datos objetivos. Si quieren que recortemos módulos alimentarios y hagamos un ajuste, no lo vamos a hacer de ninguna manera”, sentenció.
Barajó que desde la gestión saliente se ha hecho el ajuste para “bajar el nivel de gastos y que en el presupuesto no figure el déficit, pero si hay un déficit, nos sentaremos con absoluta responsabilidad a ver de qué manera salimos de esa situación”, concluyó.
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