La Policía se enteró por un cliente que transmitió en vivo. Estaban aglutinados en el interior del local sin respetar el distanciamiento. Los trasladaron a todos en un camión. Había menores de edad. Clausuraron el local.
Todo ocurrió cerca de la medianoche en el interior del boliche Dejavu, ubicado en Chacabuco 671, en San Luis. Un cliente sacó su celular y transmitió en vivo en la fiesta de la que particiban más de 100 personas. Así empezó el escándalo.
Las imágenes que generaron enorme repudio en las redes fueron vistas por inspectores municipales y agentes de la Policía. Hombres y mujeres aglutinados, música fuerte y alcohol dibujaron el preocupante panorama.
Minutos más tarde, patrulleros llegaron al lugar acompañados de un camión de la fuerza de seguridad en el que más tarde trasladaron a los clientes del local nocturno que desbordó su capacidad máxima de 100 personas.
Según fuentes policiales, en el boliche también había menores de edad que luego fueron retirados por sus padres del edificio de la Jefatura.
Al finalizar el operativo, inspectores puntanos clausuraron el local por incumplir con la nueva normativa de Distanciamiento que en la capital de San Luis establece que los locales no pueden disponer de más del 25% de su capacidad
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