Vecinos de Ushuaia con factores de riesgo que recibieron la primer dosis de Sputnik hace 100 días, denuncian “la total falta de criterio” de los responsables del plan de vacunación.
Integrantes de un grupo de personas que el martes 24 de agosto último concurrieron a las instalaciones del ex Casino Club, esperando poder completar el esquema de vacunación con la segunda dosis de Sputnik V, se comunicaron con Diario Prensa Libre para expresar “la indignación, impotencia y desconsuelo que sentimos”.
Sobre las razones por las que se sienten tan mal, los entrevistados – que pidieron expresa reserva de su identidad porque temen no recibir tampoco en el futuro la segunda dosis que reclaman – coincidieron en explicar que “fuimos varias las personas que respondimos a la convocatoria que hizo el Gobierno a través de un aviso bastante confuso, para la concurrencia voluntaria de quienes necesitamos completar el calendario de vacunación con la segunda dosis de Sputnik V. Nos vacunaron a algunos con la primer dosis en mayo y a otros en junio, lo que significa que llevamos más de 100 días de inoculados. Todos los que estábamos ahí tenemos factores de riesgo como haber sufrido ACV (accidente cerebro vascular), o ser enfermos crónicos de diabetes, hipertensión arterial, patologías cardíacas, y otras. El tema es que cuando nos atendieron nos querían poner la vacuna Moderna porque nos dijeron que Sputnik no hay más. Entonces varios de los que estábamos en la fila nos asombramos porque el día anterior estuvieron vacunando a gente joven sin factores de riesgo de ningún tipo con la segunda dosis de la vacuna rusa. ¿Cómo no pensaron en brindarnos protección primero a nosotros, que somos grandes de edad y con muchas comorbilidades?. Ahora resulta que se les terminaron las dosis, que fueron aplicadas con un pésimo criterio. ¡Una barbaridad!”.
A fin de demostrar que el 23 de agosto efectivamente fue vacunada una cantidad importante de gente joven y sana con dosis que debieron reservarse para inmunizar primero a los mayores y enfermos, los entrevistados aportaron para su publicación, una libreta de vacunación de una persona amiga, que no tuvo inconvenientes en facilitarla. Al respecto, muy enojados, preguntaron: “¿Para que convocan si ya no tenían más vacunas Sputnik? ¿Cómo es posible que ayer (por el 23) hayan colocado Sputnik a personas que no tienen factores de riesgo, como puedo probar porque un conocido mío me la facilitó para demostrar que es cierto lo que digo?. ¡Se olvidaron de nosotros, los pacientes de riesgo!
Eramos ocho personas con factores de riesgo las que estábamos en la fila para colocarnos Sputnik y no hubo caso… Insistían con que nos pusiéramos la Moderna y si no, que nos fuéramos y siguiéramos esperando. En un momento, en medio del griterío, la doctora encargada nos dijo ante nuestra negativa a colocarnos la vacuna Moderna que `si no les gusta la que tenemos, vayan y cómprensela ustedes…”, lo que recalentó todavía más los ánimos. Pasamos un muy mal momento y nos sentimos mal tratados”.
Finalmente, los vecinos reflexionaron: “La gente del vacunatorio ha procedido de manera equivocada. Si se aplicara el sentido común se le daría prioridad a las personas que tienen factores de riesgo … pero es obvio que no tienen ningún tipo de organización, ni plan. Son un desastre. Yo llevo más de 100 días desde que me colocaron la primera dosis de Sputnik y ayer resulta que vacunaron con la segunda dosis a mucha gente de veintipico y treinta y pico de años, a la que específicamente mensajearon y les dieron turno, y que no tienen ningún tipo de enfermedad. Una incoherencia absoluta. ¿Por qué no se fijaron en el listado que se supone que tienen para convocar a gente con comorbilidades, que están en mucho más riesgo que las personas jóvenes como las que sí vacunaron y que no tienen ninguna enfermedad? Es increíble la desorganización. Los ciudadanos de Tierra del Fuego no nos merecemos que se nos trate de esta manera. Ninguna provincia tiene una organización tan deficiente como la nuestra. Acá no se trata de una gestión de Gobierno sino de la salud de los ciudadanos, en el marco de una pandemia que se lleva vidas. Y otra cosa: en la fila que se formó en la calle había gente que tuvo accidentes cerebro vasculares (ACV), hipertensos, diabéticos, problemas cardíacos. Gente de alto riesgo que además estuvimos esperando en el frío. Yo por ejemplo estuve 2 horas parado porque fui a las 7 de la mañana para hacer la fila y poder vacunarme. Y cuando a las 9 entramos al edificio, encima nos trataron mal y dijeron que habíamos mal interpretado el aviso que sacaron que, como se ve, es bastante confuso. Sería bueno que nos digan qué va a pasar con nosotros ahora, ya que si es cierto lo que nos dijeron, no hay más segundas dosis de Sputnik”.
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