Sesionaron por primera vez los convencionales constituyentes.
Después de hacer esperar una hora y media a los vecinos, comenzó por fin alrededor de las 19.30 una sesión plagada de chicanas y planteos tecnicistas referidos a la aplicación de la normativa que regirá el funcionamiento de la Convención Constituyente. La presidente del partido Somos Fueguinos y convencional, Liliana «Chispita» Fadul, quien además es co autora de la Carta Orgánica sancionada en 2002, tuvo una actitud rayana en la hostilidad y la descortesía hacia el intendentey presidente provisional, Walter Vuoto, marcando el tono de lo que vendrá.
En un clima de incomodidad y nerviosismo, comenzaron el jueves 7 de julio, con un retraso de una hora y media según el horario anunciado, las sesiones de los 14 convencionales constituyentes municipales que fueron votados por los vecinos el pasado 15 de mayo para rever la Carta Orgánica Municipal en uso, sancionada hace 20 años atrás.
Con cierta vergüenza ajena, según opiniones vecinales que se iban expresando en tiempo real en las redes sociales, mientras se desarrollaba la reunión, los convencionales se enredaron en cuestionamientos casi pueriles por la determinación del lugar físico para la realización de las sesiones.
Empecinados en que las sesiones se realicen en instalaciones del Concejo Deliberante porque el artículo 112 de la Carta Orgánica existente establece que la Convención debe sesionar en dicho órgano colegiado, a los convencionales de Somos Fueguinos hubo que explicarles repetidas veces que actualmente esa institución “está en obra”, que en el domicilio legal del Concejo, en Don Bosco 419 hay un edificio solo con sus paredes levantadas y que resulta imposible sesionar a la intemperie. Y que debido a ello se optó por sesionar en donde lo hace la Legislatura, en calle Yaganes 683. Debió la convencional y presidente de la Legislatura de Tierra del Fuego, en uso de licencia, Mónica Urquiza, tomar la palabra para reiterar que 48 horas antes ya se había tratado el tema entre los convencionales, entendiendo 10 de ellos la imposibilidad de sesionar en una obra en construcción, retirándose de la reunión de manera intempestiva, los tres integrantes del partido Somos Fueguinos y el convencional y concejal por el partido Por la Ciudad, Javier Branca, en disidencia.
Urquiza, en lectura de un informe de situación suscripto por el concejal y convencional Juan Carlos Pino, sostuvo que la necesidad de sesionar en otro espacio distinto al que marca la actual Carta Orgánica, por las razones de fuerza mayor mencionadas, fue analizado inclusive por el abogado del cuerpo colegiado vecinal, Gonzalo García, quien no encontró ningún tipo de transgresión a la norma habida cuenta de la situación constructiva en la que está el edificio.
Juan Carlos Pino expresó también a través de un acto administrativo, según lo establecido en la misma Carta Orgánica, que “se considerará como sede del Concejo Deliberante para el funcionamiento de la Convención Constituyente Municipal los siguientes espacios sitos en: calle Piedrabuena 285, planta baja, salón de reuniones; calle Independencia 700 y 798, Centro Cultural Actuar; Casa de la Cultura Municipal, sala Niní Marshall y calle Yaganes 683, recinto de sesiones del Poder Legislativo provincial.
En cumplimiento del Reglamento Interno del Concejo Deliberante, en su artículo 1ero, se invitó al intendente de Ushuaia y también convencional electo, Walter Vuoto a asumir la presidencia provisional de la Convención, para proceder a la toma de juramentos. Esto causó el visible desagrado de Liliana Fadul, quien inmediatamente pidió la palabra para cedérsela a su par, Valter Tavarone. Este objetó la aplicación del Reglamento Interno del cuerpo deliberativo vecinal, y por ende, su implicancia, en que fuera Vuoto, el presidente provisorio de la Convención.
Finalmente, y en una jugada arriesgada y que les salió mal, solicitaron que el acto de ceñirse al Reglamento del Concejo fuera votado por cada uno de los convencionales – y en consecuencia la designación de Vuoto como presidente para la toma de juramento – lo que terminó ocurriendo de manera positiva en aplastante mayoría. Hasta el concejal Branca dio su voto positivo, pese a los conocidos enfrentamientos públicos con el titular del Ejecutivo municipal, ahora en uso de licencia.
Con gesto de resignación ante los argumentos que denotaban ser verdaderas chicanas que solo impedían el uso del tiempo en el cumplimiento del mandato conferido por los vecinos para analizar temas de fondo y no rivalidades políticas, Vuoto casi pensó en voz alta cuando dijo que lo que verdaderamente molestaba a Fadul era que él le tomara juramento…
A partir de allí y con la votación nominal de 11 de los 13 convencionales, se adoptó el Régimen del Concejo y Vuoto procedió, en su carácter de presidente temporal, a tomarle juramento a todos y cada uno de los constituyentes.
El fastidio de quien ha confrontado con Walter Vuoto en abierta oposición al nombre de la Casa de la Mujer que éste le asignó al edificio de la calle Maipú, entre Piedrabuena y Sarmiento, dio una nota que no pasó desapercibida: mientras la totalidad de los convencionales saludaban estrechándole la mano o abrazando a quien les tomó juramento, ella – Liliana Fadul – fue la única que después de decir “Sí, juro”, giró sobre sus talones y le dio la espalda, en una actitud más afín a la mala educación que al buen ejemplo de convivencia política que esperan los vecinos de sus representantes. Posteriormente sus propios pares, Valter Tavarone y Viviana Remy, abrazaron a Vuoto, quizás para dejar en claro que “lo cortés no quita lo valiente…”.
De este modo, comenzó una comisión de convencionales constituyentes en donde no solo se analizarán los artículos de una convención sancionada hace dos décadas sino también saldrán a la luz, con toda su crudeza, rancios odios políticos que ningún bien le hacen a quienes a través del voto les confirieron tan digna misión institucional.
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