Impotencia ante el avance del fuego y la destrucción que deja a su paso.
El senador fueguino Pablo Daniel Blanco consideró que “hay que asignar más recursos para capacitar brigadistas, tener infraestructura de despliegue rápido y revisar a fondo nuestro Plan Provincial de Manejo del Fuego. La conciencia ambiental por la que todos decimos bregar debe ir acompañada de los recursos necesarios y la decisión política de proteger lo nuestro”.
El senador nacional por Tierra del Fuego, Pablo Daniel Blanco, se refirió al incendio descomunal que está arrasando la reserva natural fueguina, sosteniendo al respecto que: “estamos padeciendo uno de los peores incendios de este siglo en el corazón de la isla. A unos 37 kilómetros de Tolhuin, ciudad en la que pasé mis primeros años de infancia, las llamas no paran. Un pequeño foco ígneo, al parecer iniciado en un campo de propiedad privada, se transformó en un fuego de inmensa magnitud que, en pocos días ya lleva devoradas unas 10.000 hectáreas de bosques”.
En referencia a las medidas que se están implementando, sin resultados, para contener el avance del incendio forestal, Blanco opinó que “si bien conozco el valor y el profesionalismo de los cuerpos de bomberos de Tolhuin, Río Grande y Ushuaia y sé del coraje de nuestros brigadistas, hasta el momento todo esfuerzo es poco al lado de la magnitud del siniestro. Han llegado inclusive brigadistas bajo la colaboración del Gobierno nacional y hemos visto infinidad de fotos en los portales que ilustran sobre su arribo, pero tenemos pocas noticias acerca del plan de contingencia que se está aplicando y de su efectividad”.
Sobre los recursos con que puntualmente la provincia para proteger el medio ambiente, el funcionario que antes de ser senador también fue legislador provincial, evaluó que “lamentablemente Tierra del Fuego no cuenta con la infraestructura necesaria para hacer frente a este tipo de tragedias ambientales. No hay aviones hidrantes, ni helicópteros; tampoco tenemos el personal suficiente como para vigilar nuestras areas naturales protegidas. Por eso debemos replantear la asignación de recursos para proteger el ambiente y nuestros bosques nativos. Hay que redefinir prioridades. Es una pena ver con las llamas se llevan miles de hectáreas arboladas únicas en el mundo. Nuestra provincia hace muy poco tiempo adhirió al estado de emergencia ígnea declarado a nivel nacional. Bueno sería entonces que se vuelquen más recursos para capacitar brigadistas, tener infraestructura de despliegue rápido y revisar a fondo nuestro Plan Provincial de Manejo del Fuego. La conciencia ambiental por la que todos decimos bregar debe ir acompañada de los recursos necesarios y la decisión política de proteger lo nuestro”.
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