La pista de aterrizaje de la Base Marambio puso fin al aislamiento de la Antártida Argentina hace más de medio siglo. En diálogo con Télam, el Jefe del Aeródromo y el Operador de Información Aeronáutica durante la Campaña de Verano relataron cómo es trabajar en el único acceso aéreo a este territorio.
Desde la torre de control del Aeródromo de la Base Marambio, en la Antártida Argentina, puede verse toda la isla rodeada por el océano. Y observar cada día ese paisaje es uno de los pocos privilegios de trabajar en este lugar tan remoto del planeta.
La pista de aterrizaje Vicecomodoro Gustavo Marambio se inauguró en el año 1969 y es el único acceso aéreo al Sector Antártico Argentino desde el continente.
Por cuestiones climáticas y de suelo, las otras bases de la Antártida Argentina no permiten albergar un aeropuerto para el aterrizaje y despegue del avión Hércules C-130 de la Fuerza Aérea, que es el que se utiliza para los traslados de las dotaciones.
En diálogo con Télam, el Capitán Favio Vasek, Jefe del Aeródromo y deicial de Seguridad Operacional y Controlador de Tránsito Aéreo de la Base Marambio durante la Campaña de Verano, explicó que entre noviembre y fines de marzo “se realiza el cruce de pasajeros, personal, herramientas y demás, que se complementa con la actividad del buque Irízar”.
El Aeródromo cuenta con una pista operativa de tierra de 1.208 metros de largo, por 40 metros de ancho y requiere un mantenimiento asiduo por las temperaturas extremas que pueden llegar hasta -30°C en invierno.
“Durante la Campaña de Verano, además, se realiza el traslado de pasajeros hacia distintos sectores en las islas, como ser Isla Vega, Cerro Nevado, Bahía del Diablo, etc., para el traslado de científicos que realizan sus actividades y se despliegan desde la Base Marambio con el sistema de armas Bell 212 de la Fuerza Aérea”, detalló el capitán, oriundo de la provincia de Córdoba.
Con 26 años y proveniente de Corrientes, el Cabo Nelson Javier Sánchez, Operador de Información Aeronáutica y Operador de Plan de Vuelo también durante la Campaña de Verano, es uno de los más jóvenes de la dotación y se mostró agradecido de poder cumplir su labor en la Antártida.
“Estamos haciendo patria acá y que tengamos la presencia más en lo que es el continente blanco, la verdad que es un orgullo”, aseguró el joven que a pesar de la hostilidad del clima quiere volver a la Base Marambio a hacer una misión de un año completo. “Espero poder seguir viniendo y la oportunidad que se me dio es única”, concluyó.
(Fuente Telam)
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