El sábado 13 de mayo se disputaron las finales de las categorías formativas juveniles masculinas del rugby de la provincia de Tierra del Fuego, bajo la supervisión de la Unión de Rugby de Tierra del Fuego. En esta ocasión se enfrentaron en la categoría M16 los equipos del Ushuaia Rugby Club y del Club Las Águilas. Ambos de la capital fueguina. En la categoría M18 el partido contrapuso a los equipos de Río Grande Rugby & Hockey Club y su par del Ushuaia Rugby Club.
Pero antes hay una pequeña historia que necesito contar…
Resulta que mi acercamiento a este deporte se debe a que a mis hijos les interesó y pudieron jugarlo. Hasta ese momento yo solamente veía los partidos de los Pumas, así que no sabía mucho. Vengo, como casi todos, del deporte reinante en Argentina: el fútbol. Con todo lo bueno y lo malo de encolumnar casi por tradición a todo un país detrás de un solo deporte.
Quizás por eso mismo fue una grata sorpresa ver cómo se comportaban los jugadores respecto de las indisciplinas, el respeto a los fallos arbitrales, el 3er tiempo, la camaradería, en fin, reitero, fue una grata sorpresa. Aún más, en uno de esos partidos de las categorías menores, pude junto a otros papás y mamás mezclarme con los chicos y jugar con ellos. Y entendí que a medida que iban creciendo, iban incrementando la identificación con su club, con sus compañeros y la importancia de los resultados.
Volviendo al presente, en realidad a unas semanas atrás, en la categoría M18 la fecha del Torneo Apertura de Juveniles Masculinos, se enfrentó el Ushuaia Rugby Club (local) con su par de Río Grande Rugby & Hockey Club (visitante). El partido tuvo muchas definiciones, ya que el visitante era puntero y el local quería acceder a disputar los primeros puestos. Tenía ante mis ojos un partido caliente y fuerte, hasta que vi, desde mi humilde y particular opinión, entre tarjetas y expulsados, la mala intención.
Pero lo mejor/peor estaba por venir. Al finalizar el partido y en medio de los saludos de camaradería hubo golpes entre los jugadores y casi inmediatamente una invasión de adultos, quienes ante mi sorpresa en vez de tratar de separar a los chicos y calmar la situación, intervinieron con más violencia. Repito… eran adultos dentro de un campo de juego sumando violencia a los integrantes de la categoría Juvenil M18. El juego se fue transformando en una batalla campal, pero por suerte para todos y en momentos en que no se sabía en qué podían terminar las cosas, hubo una oportuna participación de otros espectadores que pudieron ir separando a los “pugilistas” y trayendo un poco de tranquilidad en esos caldeados momentos.
En la semana siguiente la Unión de Rugby de Tierra del Fuego hizo público un comunicado que decía entre otras cosas que estaban trabajando para recabar toda la información posible para tomar medidas disciplinarias y que no podían permitir ningún hecho de agresión en un partido de Rugby. Después trascendió que al parecer se suspendieron las canchas de los equipos que protagonizaron estos hechos de violencia.
La historia dirá que justo se jugaría la final entre los equipos que tuvieron esos episodios lamentables. O sea, los dos clubes que participaron de hechos de violencia dentro de una cancha de rugby iban a jugar una final. En este caso Río Grande Rugby & Hockey Club con mayor número de puntos debía ser local. Y aquí empieza el fin… Como su cancha estaba suspendida, el partido final de la categoría juvenil masculina provincial se iba a jugar en la ciudad de Río Grande en la cancha del Turu Rugby Club. Lamentablemente y con el mayor de los respetos por Turu Rugby Club, una vez que los dos equipos estuvieron listos, los árbitros decidieron suspender el encuentro ya que el lugar no cumplía con los requerimientos necesarios para disputar un partido de rugby. Solo para ejemplificar baste decirse que el terreno tenía vidrios rotos esparcidos, botellas rotas y no poseía vestuarios ni baños.
Y aquí viene mi cuestionamiento a los adultos y las autoridades de la Unión de Rugby de Tierra del Fuego: ¿Cómo es posible que no cuiden a las categorías juveniles?, ¿Cómo puede ser que no cuiden el deporte? ¿Cómo puede ser que no hayan suspendido a ambos equipos luego de los hechos de violencia antes descriptos? ¿Dónde estaban? En fin, podría seguir enumerando preguntas.
Finalmente, y luego de idas y vueltas se terminó jugando el partido en la cancha de la Unidad de Detención Nº 1 de Río Grande. El campeón fue Río Grande Rugby & Hockey Club.
Pero eso es anecdótico.
Edición:
Diario Prensa
Noticias de: Ushuaia – Tolhuin – Río grande
y toda Tierra del Fuego.