El médico boliviano Johan Dardo de la Barra seguirá preso y la Justicia dictó un embargo preventivo sobre sus bienes de 10 millones de pesos.
El sujeto, residente en Buenos Aires, había arribado a Ushuaia para pasar las fiestas de fin de año y está imputado por el homicidio culposo de la joven Analía Jazmín Cárdenas Alvarado, ocurrido en la madrugada del 24 de diciembre.
Jhojan de la Barra, de 31 años de edad, nacido en La Paz, Bolivia y de profesión médico, arribó a Ushuaia solo para pasar las fiestas de fin de año con amigos aunque continúa permaneciendo en la ciudad, imputado del delito de homicidio culposo y privado de su libertad.
El día 24 de diciembre, a las 8 de la mañana, mientras conducía a elevada velocidad por el camino de tierra que bordea las aguas de Playa Larga, perdió el control del volante y terminó impactando violentamente de costado contra una elevación rocosa. Del lado derecho y en el asiento delantero del rodado que le había prestado un colega de su misma nacionalidad, residente en Ushuaia, se encontraba una joven que perdió la vida en el acto.
Al llegar a la reserva natural costera personal policial de la comisaría 3era y efectivos bomberiles del Cuartel Central Ushuaia se encontraron con una SUV Toyota Corolla Cross, chapa patente AF-793-TI, con cinco ocupantes en su interior. Al volante se encontraba el Dr. Jhojan de la Barra y a su lado yacía Analía Jazmín Cárdenas Alvarado, de 26 años de edad mientras que en el asiento posterior se ubicaban Cristina Elizabeth Molina, de 28 años; Maira Valiente, de 21 años y Guido Alejandro Torres Azurduy, de 28 años e hijo del propietario de la unidad, el médico urólogo del HRU, Reynaldo Guido Torrez Mendoza.
Según refirieron algunos testigos el conductor al percatarse de la presencia policial se alejó corriendo pero fue detenido y conducido en un patrullero al nosocomio en donde un estudio de laboratorio reveló que manejaba con 3,03 gramos de alcohol en sangre.
Con el correr de las horas algunos vecinos expresaron en las redes sociales haber visto desplazarse la SUV blanca de manera temeraria por el centro de la ciudad, correr picadas con otro rodado y desplazarse del mismo modo imprudente en dirección a Playa Larga.
Las actuaciones del caso recayeron en el Juzgado de Instrucción Nro. 1 y en la persona del prosecretario Lucas Enrique Berber, quien ordenó la detención del conductor y su alojamiento en sede policial aunque luego fue trasladado al Servicio Penitenciario. Del mismo modo dispuso la comparecencia del responsable legal del vehículo en el que falleció la joven mujer, el Dr. Reynaldo Torres Mendoza, cuyo hijo presentó lesiones en rostro y tórax y politraumatismos al igual que Cristina Molina y Maira Valiente, quienes viajaban junto a él en el asiento posterior del automotor.
Agravantes
La fiscal del caso, María Martiré, confirmó a la prensa que las pericias médicas revelaron que el conductor además de encontrarse muy alcoholizado conducía a más de 120 kilómetros por hora. También otro factor influyó de manera decisiva en la negativa del Juzgado a la excarcelación solicitada por los abogados de De la Barra y que fue su proceder escapista reiterado. Ni bien ocurrido el siniestro vial el médico bajó del rodado y huyó hacia el bosque, adonde la Policía debió ir a buscarlo para que recibiera los primeros auxilios; luego, por segunda vez y una vez que los bomberos le hicieron curaciones, volvió a internarse en la zona boscosa.
Cosas del destino
La fiscal Martiré reveló dos cuestiones que suman conmoción al luctuoso hecho. La primera se refiere a que el vehículo estuvo manejado gran parte del tiempo por Guido Alejandro Torres Azurduy, hijo del propietario de la unidad, quien le cedió el volante al médico extranjero por causas que se ignoran. En ese mismo momento también cambiaron de lugar las mujeres dentro del habitáculo.
Otro dato inquietante aportado por la funcionaria judicial es que los dos hombres y las tres chicas que iban en el rodado se habrían conocido a la salida del boliche al que habían concurrido para celebrar la víspera de la Navidad: “Las chicas estaban esperando un vehículo de alquiler, no conseguían y como ellos estaban ahí afuera empezaron a fumar con una de ellas. Entablaron una charla y ellos se ofrecieron a llevarlas a su casa”.