Más de 10 delitos contra la propiedad cometidos en comercios, viviendas y en la vía pública en los últimos días, lograron ser esclarecidos. Se recuperaron aparatos electrónicos, de indumentaria, calzado y elementos de construcción.
En la ciudad mediterránea y durante un allanamiento, además de encontrar algunos de los elementos denunciados como robados, la Policía también encontró plantas de marihuana.
El último día del mes de enero fue muy positivo en relación al trabajo investigativo que venía efectuando el personal de la comisaría y de la División Delitos Complejos de Tolhuin, por la comisión de varios delitos contra la propiedad privada.
Ante pistas firmes sobre los autores de los mismos y los lugares en donde ocultaban sus botines, el Juzgado de Competencia Integral en materia Penal, Civil, Comercial, Laboral, de Familia y Contravenciones, a cargo del magistrado José Silvio Pellegrino, libró cinco órdenes de allanamiento. A los moradores de viviendas ubicadas en calle Mariano Moreno Nro. 1.484 y 12 de Octubre Nro. 933, se los imputó del delito de hurto mientras que a los de la parcela 7, macizo 439, en el barrio 9 de Octubre; en la parcela Nro. 440, calle 208 y en calle Chepach Nro. 436, por robo. La diferencia entre la primera y segunda figura delictiva consiste en que en un caso se sustrajeron bienes ajenos sin ejercer violencia sobre personas o cosas mientras que en el otro, sí se violentó a los propietarios físicamente o a cerraduras, puertas o ventanas.
Como resultado de las medidas de allanamiento, requisa personal, registro vehicular y secuestro, se logró no solo recuperar una gran cantidad de artículos denunciados como sustraídos – una máquina para cortar pasto, un televisor, un calefón, una aspiradora, ropa, calzado y elementos de construcción – sino también estupefacientes. En el domicilio de la calle Chepach Nro. 436 se produjo el hallazgo de una cantidad no precisada de plantas de marihuana y otros elementos de interés.
El Juzgado dispuso la notificación de derechos y garantías procesales a la totalidad de las personas mayores de edad involucradas, como así también su traslado a la Sección Documentación a fin de tomarles las huellas digitales y realizar otros tramites de rigor.
Río Grande no se queda atrás
Una seguidilla de hurtos y robos consumados, que se extendió por poco más de 48 horas, damnificó a numerosos vecinos de la ciudad de Río Grande.
El primero tuvo lugar el 30 de enero, cuando el dueño del local ambulante de comidas, “JG”, emplazado en la calle Malvinas, se percató de que personas desconocidas habían intentado forzar con una barreta la puerta, sin lograr acceder al interior. El segundo ocurrió el mismo día en horas de la noche y fue grave, debido a que un sujeto le robó su teléfono celular a un adolescente de 16 años de edad, el que al presentarse con su madre a reclamar fue golpeado en la espalda por el ladrón con un fierro.
El miércoles 31 de enero al llegar en horas de la mañana al carrito de comidas “Santa Pinta”, ubicado en calle Almafuerte, sus propietarios se percataron de que habían sido víctimas de un robo. En horas de la tarde, el local comercial “Matafuegos Río Grande”, sito en calle Fagnano, registró la sustracción de artículos valiosos por parte de un sujeto que intentó darse a la fuga, mientras que casi a la misma hora, en la calle Lasserre 646, en el comercio “La Proveeduría”, otro individuo hizo lo mismo y huyó corriendo luego de alzarse con varios alimentos.