Policía recuperó la libertad aunque seguirá imputado por abuso de armas

El efectivo policial efectuó varios disparos al aire y se apuntó a sí mismo inclusive, sin lesionarse.

Se trata del cabo de la Policía de Tierra del Fuego César Sebastián Brito, quien en estado de ebriedad protagonizó un peligroso incidente en el que corrió riesgo la integridad física de los vecinos de Río Grande y la suya propia.

César Sebastián Brito fue excarcelado por la Justicia en las últimas horas, luego de que el efectivo policial fuera llamado a prestar declaración indagatoria por el riesgoso hecho que protagonizó el lunes último, en la zona costera riograndense.
El uniformado, con jerarquía de cabo, fue encontrado por sus camaradas de la comisaría 1era de Río Grande efectuando disparos al aire con su arma reglamentaria, en el sector de playa comprendido entre las calles Thorne y El Cano, luego de que vecinos de las inmediaciones se comunicaran con la dependencia alarmados por el proceder del sujeto.
Los policías intentaron denodadamente contener a su par y hacerlo reflexionar, lo que resultó dificil porque el interlocutor evidenciaba estar bajo los efectos del alcohol. Inclusive debieron sacar del agua a Brito, quien se había adentrado a corta distancia de la orilla, amenazando con quitarse la vida con el arma provista por la institución, lo que afortunadamente no concretó.
Una vez que lograron hacerlo entra en razones, Brito fue aprehendido, ordenando la Fiscalía de turno que se lo mantuviera privado de la libertad por la comisión del delito de “abuso de arma”, hasta tanto se lo convocara a prestar declaración indagatoria.
La situación procesal del uniformado que venía prestando regularmente servicios en la comisaría 2da de Río Grande es comprometida, dado que los testigos que observaron su accionar indicaron que el hombre procedió de modo temerario, poniendo en riesgo la integridad de terceros y la de él mismo, al disparar al aire y apuntarse a la cabeza. Estar alcoholizado y resistirse a ser aprehendido por sus compañeros, además, conforman también otros de los agravantes que se suman en su foja laboral y que en una primera instancia ya dieron inicio a un sumario interno con una muy probable exoneración de la fuerza como desenlace.
Cabe destacarse que el uniformado habría manifestado a sus camaradas que se encontraba desesperado porque estaba atravesando problemas familiares y de índole económica, habiendo sido derivado al área de Salud Mental para un diagnóstico y eventual tratamiento, sin perjuicio de la evaluación de la institución por su conducta y responsabilidad en el uso del arma de fuego reglamentaria.