Los jueces que juzgaron al muchacho riograndense a casi 14 años del crimen de su ex novia, lo hicieron en base a indicios y sin ninguna prueba concreta.
La Justicia porteña dio a conocer en los últimos días los fundamentos del fallo que mandó a la cárcel a Francisco Amador a perpetuidad. Ante la falta de material probatorio irrefutable los magistrados pusieron el acento “en el contexto de violencia de género en el que estaba inmersa Marianela Rago”.
Francisco Amador es un hombre de 36 años de edad, nacido en la ciudad de Río Grande y víctima de un pasado doloroso: su padre mató a su hermanito recién nacido en la vivienda familiar cuando él era pequeño, en ausencia de su madre. El jugaba en el comedor de la casa cuando Sergio Amador López, molesto por el llanto, se dirigió al dormitorio, en donde estaba la cuna de su hermano, para silenciarlo para siempre.
Pasaron los años y cuando se desempeñaba como preceptor en una escuela secundaria, se enamoró de la alumna Marianela Rago Zapata, de 19 años de edad, decidiendo al terminar la chica el 5to año viajar juntos a Buenos Aires a cursar estudios universitarios.
Mientras ella estudiaba la carrera de Periodismo y él cursaba Administración de Empresas, la pareja continuaba adelante con una relación que después se sabría, estaba infectada por la violencia, la desconfianza y los celos. Aún después de haber terminado, Marianela y Francisco continuaban encontrándose, como si ninguno de los dos, pese a haber comenzado ambos a relacionarse sentimentalmente con otras personas, hubiera podido cortar con un vínculo en extremo tóxico.
El 28 de junio de 2010, sobre el piso del departamento 7 “A” del edificio de la calle Tucumán 2080, en el barrio de Balvanera, Marianela fue encontrada muerta. Según la autopsia, murió degollada y con 23 puñaladas realizadas con una cuchilla que desapareció del cajón de la cocina de la casa. Enseguida todos dudaron de Francisco Amador. Fue detenido, excarcelado, sometido a proceso y sobreseído en cinco oportunidades, hasta que el 29 de noviembre de 2023 – a 13 años del brutal homicidio – fue condenado a prisión perpetua.
Sus amigos y la familia de la joven jugaron un rol decisivo a la hora de reconstruir los episodios de violencia de la pareja aunque la pieza clave para la condena fue la aportada por otra ex pareja de Francisco Amador, con quien tuvo un hijo. La testigo describió un proceder violento muy parecido al que Marianela había contado en su entorno.
Dueño de una «personalidad posesiva, extremadamente celosa y con poca tolerancia a la frustración», Francisco Amador fue descripto por los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional Nº 29 en los fundamentos de la sentencia por el femicidio de Marianela Rago.
«Enterarse de que ella estaba empezando a salir con otra persona fue sin lugar a dudas lo que desencadenó la trágica muerte de Marianela», argumentó el juez Hugo Navarro.
Los tres jueces coincidieron en señalar que Amador “protagonizó episodios sumamente violentos con ella, la golpeó y amenazó en numerosas oportunidades, hasta el día en que, por un ataque de celos y furia, produjo su muerte. También quedó demostrado que la quiso matar, pero haciéndola sufrir. Así lo revelan las reiteradas lesiones punzo cortantes que le causó a la víctima, las cuales en su gran mayoría no tuvieron la profundidad suficiente para lesionar órganos vitales o arterias en su recorrido pero sí para causar dolor».
Para los tres jueces quedó probado el contexto de violencia de género en el que estaba inmersa Marianela desde que conoció a su novio y condenaron en ese marco a Amador por el delito de homicidio agravado por haber sido cometido con ensañamiento y alevosía.
La colilla de un cigarrillo de marihuana del que se obtuvo un perfil masculino no identificable, parecía ser un dato determinante para desvincular al muchacho del crimen, pero “lejos está esto de tener esa connotación, si se analiza todo el material probatorio», señaló el juez Navarro.
«La circunstancia además de no haber hallado ningún rastro de Francisco Amador en el departamento de Marianela, no descarta de ningún modo su participación en el hecho.
Evidentemente tuvo la sagacidad suficiente para limpiar la escena del crimen e irse sin dejar rastros», manifestó el presidente del tribunal en su voto condenatorio.
Si la defensa ejercida durante el juicio por quien fuera juez de Cámara de Tierra del Fuego, el abogado Luis Felipe Ricca, no logra tener éxito en la apelación del fallo, Francisco Amador deberá transcurrir los próximos 35 años entre rejas.
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