Se trata de dos hechos aberrantes en los que resultaron víctimas dos niñas, una de las cuales inclusive fue sometida a prácticas abortivas fallidas y se convirtió en madre.
Para el hombre de 50 años de edad, de apellido Arias, acusado de abusar sexualmente de su hijastra, entre sus 9 y 16 años de edad, la Fiscalía pidió una condena de 20 años de cárcel mientras que para el restante, a quien se le imputa el abuso de su hija biológica entre los años 2004 al 2013, la sentencia es inminente.
En la ciudad de Río Grande se están realizando en simultáneo dos horrorosos casos de abuso sexual infantil que se remontan a más de una década atrás, encontrándose ambos en la instancia final.
Uno de los hechos enjuiciados tiene como imputado a un sujeto de 50 años de edad, identificado como Walter Arias (no comparte apellido con su víctima por tratarse de su padrastro), quien está acusado de haber abusado sexualmente y embarazado a una niña bajo su cuidado.
El individuo llega al debate en libertad y se le enrostra haber abusado de la hija de su pareja entre los años 2009 y 2014, cuando la menor ingresó en la adolescencia. Los hechos son particularmente graves porque ocurrieron en un contexto de indefensión familiar y económica, dado que la víctima había arribado recientemente a la ciudad de Río Grande desde Salta, quedando al cuidado de quien resultó ser su agresor sexual.
Durante la primera jornada de juicio se expuso el martirio sufrido por la chica a lo largo de 5 años en que los abusos fueron escalando de tocamientos en sus partes íntimas a acceso carnal reiterado, hasta que resultó embarazada. En ese estado el expediente refleja el accionar del abusador y de la madre misma de la menor para provocarle un aborto, lo que aunque se ejecutó no arrojó el resultado que esperaban, avanzando el embarazo hasta el nacimiento de un niño. Practicada una prueba de ADN, quedó confirmada la paternidad de Arias.
A 10 años de efectuada la denuncia por parte de los directivos de la escuela a la que la joven concurría, quienes se percataron de su estado de gravidez, la Justicia recién la semana pasada sometió a juicio al encartado, con idas y venidas en el diligenciamiento de la causa, lo que le permitió llegar en libertad al recinto de debate.
Increiblemente, al concederle el Tribunal la palabra, el imputado declaró que “los hechos fueron consensuados”.
En la etapa de instrucción quedó registrada la intervención también de la madre de la menor en los hechos que vulneraron gravemente a la menor, pero solo se enjuició al hombre.
El miércoles 3 de abril el Ministerio Público Fiscal del Distrito Judicial Norte, representado por la fiscal Mónica Macri, solicitó al Tribunal de Juicio en lo Criminal, que aplique una condena de 20 años de prisión efectiva al hombre acusado del delito de abuso sexual con acceso carnal en concurso real con abuso sexual gravemente ultrajante, agravados. Por su parte, el defensor oficial Alejandro Naccarato, solicitó la absolución de su representado.
Para el jueves 4 de abril se espera que el tribunal femenino integrado por las magistradas Verónica Marchisio, Cecilia Cataldo y María Rosa Santana Santana, emita sentencia.
Acusado de abusar de su hija
El segundo caso se refiere a un juicio por abuso sexual con acceso carnal gravemente ultrajante y promoción de la corrupción de menores, delitos que se le atribuyen a un sujeto de 53 años que habría ultrajado a su hija biológica entre los años 2004 al 2013 y que luego de la etapa de alegatos prevista para el jueves 4 de abril, podría tener sentencia en forma inminente.
En este caso el imputado (cuya identidad no se suministra porque comparte el apellido con la víctima) llegó a esta instancia detenido y pudo dar su versión de los hechos ante el Tribunal; luego de lo cual se reprodujo la declaración de la menor, realizada oportunamente mediante cámara Gesell.
En este caso el Tribunal de Juicio en lo Criminal del Distrito Judicial Norte (DJN) está integrado por los jueces Juan José Varela, Pedro Fernández y Natalia Angela Buitrago; la fiscalía es ejercida por el abogado Ariel Pinno; la querella es llevada adelante por el letrado José Raúl Velazco y la defensa del imputado por el defensor mayor, Mariano Sardi.