El letrado Juan Francisco López se desempeñaba como prosecretario del Juzgado Municipal de Faltas de Ushuaia y había sido padre hace 9 meses.
El funcionario se encontraba en su domicilio del Valle de Andorra. Pese a que se le realizaron maniobras de RCP, todo resultó inútil.
El fallecimiento de un conocido abogado de 49 años de edad que se desempeñaba como prosecretario en el Juzgado de Faltas de la Municipalidad de Ushuaia, causó consternación en su círculo de familiares y amigos. Aproximadamente a las 16.30 del domingo último, Juan Francisco López se encontraba junto a su familia en la casa Nro. 8, en la calle Bajada de los Maestros, en los fondos del Valle de Andorra, cuando cayó fulminado al suelo.
Su pareja, Romina Lorena Montigel, de 37 años, había pedido ayuda enseguida a una persona amiga para intentar reanimarlo, sumándose posteriormente personal de Defensa Civil, sanitario, bomberil y policial de la comisaría quinta. Pese a las insistentes maniobras de reanimación cardiopulmonar, todo resultó infructuoso.
Según se pudo saber, López estaba compartiendo una comida en familia cuando se atragantó con un trozo de carne, tosiendo desesperadamente para intentar expulsarlo, sin conseguirlo. Posteriormente la dificultad para respirar se agudizó hasta que el esfuerzo provocó que su corazón colapsara. La profesional médica Cintia Becerra sugirió broncoaspiración como posible causa de muerte. Posteriormente se extendió un certificado médico en donde se hizo constar que la causa del deceso obedeció a un paro cardiorespiratorio no traumático, autorizando la Justicia la entrega del cuerpo a sus familiares.
Cabe destacarse que el abogado fallecido ocupó amplios espacios en la prensa local en el año 2018 cuando en medio de un escándalo suscitado por el proceder de quien era titular del Juzgado Municipal de Faltas, el también fallecido juez Hugo Daniel Morato, se vio involucrado gratuitamente en los hechos investigados.
Como se recordará, Morato había atropellado accidentalmente en el barrio San Salvador, en la calle Perón al 600 a una mujer embarazada, identificada como Yanina Verónica Reza, dándose a la fuga posteriormente. Horas más tarde la Policía encontró a López conduciendo el vehículo que mostraban las cámaras de seguridad en el escenario del siniestro, un Ford Fiesta de color gris, que en realidad era propiedad de la esposa de Morato. Inmediatamente López deslindó toda responsabilidad en un hecho que mereció el repudio de la sociedad, que tuvo gran resonancia y que terminó con la renuncia del juez de Faltas Hugo Morato.
El prosecretario se había presentado en la Justicia para aclarar que en el horario en que ocurrieron los hechos él se encontraba trabajando en el organismo municipal de la calle 25 de Mayo, entre San Martín y Deloqui y que si estaba conduciendo el automóvil de los Morato era porque el juez le había pedido que, a modo de favor, le llevara el vehículo al taller, ignorando todo lo ocurrido. De ese modo el abogado Juan Francisco López quedó exculpado de toda responsabilidad.
Rodeado de sus familiares, amigos y compañeros de trabajo, sus restos fueron despedidos en Ushuaia el día lunes 8 de abril, para luego ser cremados en la ciudad de Río Grande.
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