Los tres senadores fueguinos levantaron la mano, igual que el resto, para catapultar sus ingresos – como no lo puede hacer ningún otro ciudadano – a $4.500.000.- de neto mensual.
Cristina Cándida López y María Eugenia Duré, del Partido Justicialista y Pablo Blanco, de la Unión Cívica Radical y coautor además del proyecto, levantaron la mano junto al resto de sus pares, para autoasignarse un aumento express en sus dietas del 300%.
La jornada del jueves 18 de abril fue una cachetada de sorpresas, hipocresía, mensajes encriptados y mentiras. Los ciudadanos se enteraron a través de la prensa nacional que cubría la realización de la sesión en la Cámara de Senadores, que sus integrantes – de manera unánime – se habían auto aprobado un sideral incremento del 300% en sus dietas. Todo ocurrió en pocos minutos, en los que algunos senadores levantaron la mano en gesto de aprobación. Eligieron un modo de votación en el que parecían buscar cierto anonimato e impunidad, pero las imágenes que mostraban las cámaras de televisión frustraron la intención.
Así la gente – la que no puede comprar sus alimentos en los supermercados, la que duerme en las calles de Ushuaia (en el edificio del Hard Rock, por si alguno no sabe), los que esperan paritarias para ver si llegan a fin de mes y los jubilados nacionales que cobrarán sus paupérrimos ingreso en cuotas – se enteró que nuestros representantes cobrarán 7 millones de pesos por sus servicios al país. Y a la patria.
Y aunque indican que en realidad cobrarán una dieta neta de 4 millones y medio, en realidad son siete millones porque los haberes previsionales que se les descuentan corresponden a su futuro jubilatorio. Al de ellos y nadie más.
Aunque el jueves por la tarde se les consultó a los tres senadores que representan a Tierra del Fuego, Cristina Cándida López y María Eugenia Duré, del Partido Justicialista y Pablo Blanco, de la Unión Cívica Radical, cuál era su postura al respecto, solo hubo silencio de radio.
Ninguno contestó a las preguntas y prefirieron callar y no explicar por qué utilizaron el privilegio del cargo para autoconcederse – al igual que los representantes del resto de las demás provincias – un holgado ingreso mensual que les seguirá permitiendo no privarse de nada, como sí lo debe hacer cada argentino desde que se levanta hasta que se acuesta.
Cero solidaridad demostraron todos, incluidos los libertarios que por levantarse de su banca e irse a un pasillo, después se llenaron la boca diciendo que en realidad se habían opuesto. Mentira. Dejaron hacer, con el mismo resultado que buscó el que levantó la mano.
En el caso de Pablo Blanco, nuestro senador provincial, le correspondió la responsabilidad extra de ser el co autor del proyecto que en tiempo récord se votó para su beneficio y el de todos los demás integrantes de la Cámara.