21 de marzo de 1951 – 21 de marzo de 2024
Hace unos años, en la ciudad de Ushuaia se realizó el Segundo Congreso de Estudiantes de Historia Regional y Patagónica, lo que significó una visión inter – pluri – transdisciplinaria de nuestra región austral. En esa oportunidad tuve el honor de exponer ante estudiantes de la región patagónica argentino – chilena sobre el tema Estrategia Antártica Argentina, basado en la vida y obra del general Hernán Pujato, “El San Martín de los Antárticos”. Mi labor consistió en sintetizar su encomiable obra, lo que como discípulo de semejante prohombre antártico argentino, representó para mí un doble honor: referirme a sus logros y subrayar la importancia de la obtención del primero de sus objetivos, la creación de la Base Antártica San Martín, el 21 de marzo de 1951. Hoy, a 73 años de aquella gesta rememoramos el nacimiento de la primera base continental argentina, debajo del círculo polar y por entonces, la más austral del mundo. El destino me otorgó en el año 1993, el honor de ser su jefe, y me incorporó, orgulloso, a la lista de “Hombres de voluntad que luchan y vencen desde 1951.
Es importante destacar que la Base San Martín fue la primogénita del gran explorador y constituyó el primero de los cinco ejes del Plan Estratégico de su autoría:
1. Jalonar los límites del reclamo de soberanía antártica nacional, con la creación de bases polares.
2. Crear el Instituto Antártico Argentino (I.A.A.).
3. Adquirir para la operación antártica un buque específico, el Rompehielos General San Martín.
4. Llegar por tierra al Polo Sur geográfico.
5. Desarrollar un plan de colonización humana en la Antártida.
Estas metas sintetizaron y jalonaron, sin dudas, el accionar antártico nacional por más de medio siglo, sentando cimientos profundos para solventar los reclamos soberanos de nuestro país en esas altas latitudes.
Aquí debemos resaltar que fue el presidente Juan Domingo Perón quien se constituyó en un apoyo decisivo para la concreción del plan estratégico del general Pujato, que consistía sintéticamente en penetrar costas adentro del continente blanco; relevar su topografía hasta el Polo y establecer bases, refugios y una población permanente de familias. Su excelente relación con el general Perón sería en 1956 el principal argumento de miopes dirigentes para sabotear y detener su proyecto.
Como ex jefe de base y responsable de la política antártica provincial en la naciente provincia de Tierra del Fuego, a modo de graficar equidistancias, puedo afirmar que Pujato significó a la vida antártica argentina lo que Savio fue a la siderurgia nacional o Mosconi al desarrollo de nuestros hidrocarburos. Su temple, su sentido del deber, su espíritu abnegado y luchador, fueron algunas de las características que lo distinguieron. También será recordado como un jefe exigente, austero, de fuerte personalidad y permanente ejemplo para sus subordinados.
La profusa exploración realizada por él en lugares desconocidos del continente blanco, brindó a la república renombre internacional y el prestigio donde se apoya la preeminencia nacional en el concierto antártico mundial. Su plan antártico, sencillo, práctico y concreto, estableció físicamente los límites del reclamo argentino en la Antártida – Bases San Martín y Belgrano -. También fundó el primer organismo científico del mundo concebido para conducir el accionar antártico nacional (I.A.A); obtuvo para el Estado argentino el primer buque específico para la actividad, el Rompehielos San Martín y proyectó la primera expedición científica terrestre argentina al Polo Sur. Pujato se adelantó así 10 años a lo que establecería en 1961 el imperio del Tratado Antártico, que lleva como mandato para la actividad del hombre en la Antártida, la investigación científica y la cooperación internacional.
Es una obligación moral rescatar de aquella gran historia un hecho poco conocido que hizo posible que esta promesa se convirtiera en historia real. Ocurrió el 12 de febrero de 1951, cuando la 1ª Expedición Científica a la Antártida Continental Argentina zarpó a bordo del Transporte Patagónico Santa Micaela, de la empresa Pérez Companc, al comando del Capitán de Ultramar Santiago Farell. El apoyo desinteresado de estos marinos mercantes permitió que el 21 de marzo se inaugurara la Base San Martín, debajo del Círculo Polar Antártico (68,7 S – 67,8 O). Así se constituía la base polar científica continental argentina y en ese entonces, la más austral del mundo.
Ascendido a General de Brigada como jefe de la Base San Martín y a General de División como jefe de la Base Belgrano, nuestro benemérito Pujato, con el tiempo fue honrado por importantes instituciones nacionales e internacionales. En 1967, el comité consultivo de nombres antárticos (USACAN) denominó “Cerro Pujato” al afloramiento rocoso ubicado en los 82º 40`Sur y 42º 57`Oeste; en 1981 se lo designó “Comandante Antártico Honorario y recibió numerosas medallas, condecoraciones y reconocimientos por su elevado sentido del deber, abnegación y patriotismo por parte del Congreso de la Nación, el Ejército Argentino, la Presidencia de la Nación, municipios y otras organizaciones.
Pujato y su obra fueron la base de la estrategia antártica más profunda de la historia argentina.
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