El imputado reconoció haber abusado sexualmente de una niña de 11 años de edad y pidió disculpas. Increíblemente llegó en libertad a la instancia de juicio. Al alegato del fiscal, se sumó el de su abogada defensora, quien le pidió al Tribunal que se le aplique la mínima pena que prevé la comisión del delito de abuso sexual agravado, dado que su representado confesó haber sometido reiteradamente a la hija de su pareja en tiempos de pandemia.
En una nueva jornada del juicio oral no público que desde el pasado viernes 18 de octubre se está realizando en Río Grande, se dio paso a la etapa de alegatos. En el banquillo de los acusados está Héctor Martínez, de 37 años de edad, un sujeto domiciliado en la ciudad de Río Grande que confesó ante los jueces haber sometido sexualmente en reiteradas oportunidades a la hija de su pareja, de 11 años de edad. Y pidió disculpas por sus actos.
La fiscal especializada en violencia de género e intrafamiliar, la abogada Mónica Macri, solicitó el día 24 de octubre una condena de 16 años de prisión para el acusado mientras que la abogada defensora, la letrada Lorena Nebreda, le pidió al Tribunal que le apliquen a su representado la mínima pena que prevé la figura delictiva que se le enrostra, argumentando a favor de Martínez que reconoció los hechos y que se mostró arrepentido por su proceder.
El accionar del enjuiciado es a todas luces reprochable y repudiable porque no solo sometió sexualmente, en una cantidad no determinada de veces, con acceso carnal a una nena de 11 años, sobre la que tenía la responsabilidad de cuidado y guarda, sino que efectuó otras acciones que corrompieron su psiquis al punto que en la actualidad, aún habiendo transcurrido casi cuatro años desde que fue abusada por última vez, la menor continúa con lesiones psicológicas imborrables.
El pervertido cometió los vejámenes durante todo el año 2020, aprovechando las circunstancias de encierro de la pandemia y continuó con los sometimientos hasta los primeros meses de 2021, cuando algunas actitudes le llamaron la atención a la madre de la niña y la llevaron a prestar más atención a lo que ocurría en su casa, terminando por radicar una denuncia penal.
Se espera para el día viernes que Martínez se dirija, si así lo desea, a los jueces Juan José Varela, Eduardo López y Pedro Fernández, luego de lo cual se espera que se produzca el veredicto que desde ya se anticipa severo, y que su detención se produzca en el acto.
Increíblemente, Martínez arribó a la instancia de juicio en pleno goce de libertad, pese a la contundencia de los elementos que en el debate se hicieron pesar y que llevaron al acusado a confesar sus aberrantes delitos.