Es tiempo de convocar al Consejo Económico Social Provincial, que tiene por objetivo examinar los problemas económicos y sociales de la provincia, entre otros. Elabora recomendaciones y propone políticas frente a determinadas problemáticas.
Más que nunca, hoy, los gobiernos municipales, el gobierno provincial, los representantes empresariales, de partidos políticos, los integrantes de la organizaciones sindicales, de las universidades, es decir, todos estos, actores sociales, deben comprometerse rápidamente a encontrar un espacio de diálogo en una mesa de crisis, a los fines de poder armar un diálogo intersectorial, que permita debatir, consensuar y poner en práctica medidas políticas, a los efectos de ayudar a palear la emergencia actual – producto de la pandemia COVID-19 – y contribuir a la cohesión social.
Hemos escuchado que toda crisis es una oportunidad. Para ello, es importante que ahora puedan comprometerse a encontrar esa oportunidad en este trance, vigorizando los esfuerzos que les permita entre todos, salir adelante. De este modo, permitirá edificar pilares sólidos de un proceso de recuperación económica, productiva, laboral, social y de pos pandemia en nuestra provincia.
Entre tanta incertidumbre que tienen los trabajadores, hay dos certezas: una, que al COVID–19 le ganamos entre todos y la segunda, que la provincia de Tierra del Fuego prosperará con trabajo, crecimiento y justicia social, logros que deben ser edificados entre todos y todas y, con todos.
El pueblo fueguino quiere una Tierra del Fuego inclusiva, por eso es importante formar esa mesa de dialogo a través del Consejo Económico Social, porque una vez pasada esta pandemia, tendremos que enfocarnos, aquí me incluyo, en un cambio de modelo, tanto político, social y sindical. Todos vamos a tener que tener un cambio de prototipo, dejar el fanatismo y ponernos a trabajar y pensar en pos de los que menos tienen, ya que son hoy los que más sufren.
A algunos les ha tocado la suerte de ser trabajadores del Estado y pueden llevar mínimamente el sustento diario a sus casas, como dijo un dirigente sindical por estos días; pero los que no lo son, hoy no tienen salida ni quién les de una mano. Se podría analizar un nuevo rumbo en referencia a una educación laboral que tienda a revalorizar el trabajo.
Si bien el gobierno nacional y el gobierno provincial están entregando subsidios y dándole una mano a las Pymes, lo cierto es que, hay muchas que no los pueden aprovechar porque no reúnen todos los requisitos que les exigen. Por ende, no se logra llegar a la gente que trabaja en esas Pymes. Por otra parte, se deben brindar las garantías necesarias para que las empresas inviertan, siendo necesario en este tiempo trabajar unidos para lograr la extensión de la Ley 19.640, referente al sub régimen aplicado para Tierra del Fuego.
Esta situación que vivimos hoy nos enseña que debemos ser audaces, tenemos que prepararnos y empezar a adecuar el sistema educativo, fortalecer la formación y los perfiles de competencia de cada trabajador.
Es tiempo de comenzar a enarbolar con orgullo las banderas de la cultura del trabajo, ya que históricamente el pueblo fueguino progreso con sacrificio y trabajo.
Por todas las razones expuestas es que hay que elaborar propuestas que ayuden a los que hoy no tienen trabajo, sabiendo que mañana esto también va a pasar. Tenemos que estar esperanzados que vamos a sacar adelante a esta Argentina y a esta Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. Los argentinos llevamos en nuestro ADN como pueblo la lucha, pero también las victorias.
Nos tenemos que preparar porque lo mejor para el pueblo de Tierra del Fuego está por venir, siempre y cuando sepamos tomar las oportunidades que esta pandemia nos da. Debemos separar lo negro de lo blanco y cerrar definitivamente estas grietas que nos imponemos y no nos dejan crecer.
Siempre tenemos que tener presente que “no hay mejor cosa para un fueguino… que otro fueguino”.
* JUAN CARLOS ARCANDO.
GOBERNADOR (MC) – VICEGOBERNADOR (MC) – LEGISLADOR (MC) – CONCEJAL (MC).
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