CUANDO LA POLICIA LOGRO DAR CON ELLA, SE ENFURECIO, INSULTO Y SE NEGO A HACERSE LA ALCOHOLEMIA.
LA JUSTICIA LA OBLIGO A SOMETERSE A UNA EXTRACCION DE SANGRE, TERMINO PRESA Y SU VEHICULO INCAUTADO.
En momentos en que está instalado el debate acerca de la necesidad de instaurar una nueva legislación más rigurosa con aquellos que con total desprecio por su vida y la de terceros conducen vehículos bajo los efectos de la ingesta de alcohol, un nuevo siniestro vial conmovió ayer a la capital fueguina.
Alrededor de las 6 de la madrugada, un automóvil descripto minutos después por testigos ocasionales como un Volkswagen Surán de color negro, chocó violenta y frontalmente a un rodado Chevrolet Corsa, chapa patente INL 299, en la esquina de las calles Marcos Zar y Staiyakin, y se dio a la fuga.
En el interior del último vehículo mencionado quedó semi desvanecido y herido, su conductor y único ocupante, identificado como Pablo Ezequiel Ramos, de 27 años de edad, que en esos momentos se estaba dirigiendo a su lugar de trabajo. Cuando llegó al lugar personal policial a bordo de un patrullero, lo encontró sangrando profusamente por cortes en el rostro y aquejado por fuertes dolores en la cadera. Momentos más tarde arribó un móvil sanitario del Hospital Regional Ushuaia y lo trasladaron al nosocomio.
Mientras se efectuaba el operativo de auxilio al conductor, los uniformados fueron alertados acerca de otro siniestro vial a pocas cuadras del lugar, en 12 de Octubre al 1400, en proximidades de Provincia Grande y Las Vertientes. Allí aparecía detenido un automóvil VW Surán negro con inequívocas señales de que acababa de chocar de frente con otro vehículo. En su interior permanecía sentada todavía su conductora, Andrea Isabel Barría Aguila, de 41 años de edad, hediendo a alcohol y muy violenta de palabra.
Al descender de su automotor, la mujer evidenciaba una marcada incoordinación motora y después de discutir agriamente con los efectivos policiales, la emprendió con los agentes de la Dirección Municipal de Tránsito, negándose rotundamente a soplar la pipeta del alcoholímetro.
Ante la situación, los inspectores municipales dispusieron que el rodado fuera incautado y trasladado al playón de secuestros de la Municipalidad, mientras la iracunda conductora era trasladada también al nosocomio para cumplir con la manda judicial de extracción de sangre a fin de determinar qué grado de alcohol registraba en su organismo.
Pablo Ezequiel Ramos fue alojado en el sector de internación del HRU, en observación y manifestó su voluntad de instar la acción penal contra Andrea Isabel Barría Aguila.
Intervino también en el lugar personal policial de la División Policía Científica realizando las pericias de rigor para acompañar al expediente en trámite.
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