El secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur sostuvo que el Reino Unido viola el derecho internacional al desoír las resoluciones de las Naciones Unidas y la obligación de proceder a la descolonización de las islas y retomar las negociaciones que permitan resolver este caso de violación de la integridad territorial argentina.
El secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Guillermo Carmona, advirtió que para que se pueda desplegar plenamente la relación con el Reino Unido «se tiene que resolver la Cuestión Malvinas» y, en ese camino, reabrir un «diálogo de «solución negociada y pacífica» a la disputa de soberanía sobre las islas, usurpadas en 1833 por los británicos.
Carmona, en una entrevista con Télam, dejó claro en ese sentido que para que «se pueda desplegar plenamente la relación política, económica y diplomática entre Argentina y el Reino Unido se tiene que resolver la Cuestión Malvinas, se tiene que comenzar a dialogar sobre los caminos de solución negociado y pacífica de esta disputa de soberanía».
Además, el funcionario de la Cancillería observó que el Reino Unido «viola el derecho internacional al desoír» las resoluciones de las Naciones Unidas y la «obligación fijada por el derecho internacional de proceder a la descolonización de Malvinas y a retomar las negociaciones que permitan resolver este caso de violación de la integridad territorial argentina».
A continuación la entrevista completa:
T: ¿Qué conclusiones saca de la Agenda Malvinas 40 años desplegada durante este año?
C: Todos los años Malvinas es un tema importante en la agenda nacional, pero este año hemos tenido, además, la posibilidad de reforzar la posibilidad de la Cuestión Malvinas a partir de la conmemoración de los 40 años del conflicto del Atlántico Sur y la conmemoración de otros hechos significativos que ocurrieron también en aquel año 1982, como el conmemorado el viernes y que es la aprobación por la Asamblea General de las Naciones Unidas dela resolución 37/9 que, tras la guerra de Malvinas, significó el reconocimiento por parte de la ONU de que la disputa de soberanía seguía vigente y que el Reino Unido debía cumplir el mandato de las Naciones Unidas de sentarse en la mesa de negociación.
-¿Observa que hay una mayor comprensión en el plano internacional acerca de la reivindicación argentina?
– Hay dos aspectos a considerar. Por un lado, dentro de la consolidación de los apoyos Argentina ha conseguido este año que se expresen apoyos muy categóricos en otros ámbitos que, por ejemplo en el Comité de Descolonización, no se expresaban.
Este año hemos tenido en el Comité de Descolonización los discursos de Pakistán en representación de los más de 130 países que componen el G77+China.
Irak, Sudáfrica y Serbia eran países que no hacían uso de la palabra en el Comité y este año lo han hecho, es decir hemos logrado que se expresen apoyos que no se habían expresado con anterioridad en un ámbito tan importante como ese.
Por otro lado se han reeditado los apoyos tradicionales que Argentina recibe principalmente de nuestra región pero también de una gran cantidad de países de distintas regiones del mundo.
Y también se ha reeditado el apoyo que conseguimos el año pasado de los países de la Organización de Estados Americanos (OEA) en la reciente asamblea general que se hizo en Lima nuevamente, donde conseguimos que por consenso los países de toda América, incluidos Estados Unidos y Canadá, ya no solamente los países latinoamericanos y caribeños, acompañen en nuestro reclamo de que se retomen las negociaciones.
-Tras la guerra se suspendieron las negociaciones con el Reino Unido. ¿Cómo se trabaja para reanudarlas?
-La agenda Malvinas 40 años nos ha permitido no solamente conmemorar la guerra y tener en cuenta sus consecuencias reconociendo a los veteranos y veteranas y a los caídos, sino también nos ha permitido poner en valor el esfuerzo de política exterior y la acción diplomática que Argentina lleva adelante en torno a la Cuestión Malvinas.
Así como nos duele la derrota militar cuyas consecuencias se proyectan hasta el día de hoy, sobre todo en los padecimientos de los veteranos de guerra y sus familias, también es importante que se estén poniendo en valor los triunfos diplomáticos que ha tenido la Argentina.
A pocos meses de la finalización de la guerra, Argentina obtuvo el 4 de noviembre de 1982 un categórico triunfo diplomático que fue la aprobación de la resolución 37/9 que expresó un criterio del derecho internacional que es que las guerras no otorgan derechos y por lo tanto instó nuevamente al Reino Unido y a Argentina a que retomaran el proceso para encontrar una solución pacífica y acordada a la disputa de soberanía.
Es un hecho histórico muy relevante y hay que tener en cuenta que esto permitió que, tras una derrota militar, la Argentina tuviera una posición de fortaleza en el sistema de Naciones Unidas en cuanto a la ratificación de que se encuentra totalmente vigente lo que desde 1965 establecía la resolución 2065.
El Reino Unido viola sistemáticamente el derecho internacional al desoír las resoluciones de la ONU y por lo tanto es nuestra tarea recordarle y mantener presente en la opinión pública internacional que la Cuestión Malvinas se encuentra pendiente de resolución y que ellos tienen una obligación fijada por el derecho internacional de proceder a la descolonización de Malvinas y a retomar las negociaciones que permitan resolver este caso de violación de la integridad territorial argentina.
Todas nuestras acciones diplomáticas están orientadas a ese fin: recuperar el ejercicio pleno de soberanía por la vía del derecho internacional.
En ese marco en la agenda bilateral con el Reino Unido, así como está presente la Cuestión Malvinas en la agenda multilateral en Naciones Unidas y en otros foros internacionales, también en la relación bilateral la Cuestión Malvinas está en el lugar central, tal cual lo planteó el presidente Alberto Fernández en la reunión que mantuvo con el primer ministro Boris Johnson meses atrás.
¿Esa reunión con Johnson sirvió para el propósito argentino?
-La respuesta es afirmativa. Tengamos en cuenta que la reunión la pidió Johnson y el primer ministro le planteó al presidente Fernández el interés británico por nuestros alimentos, energía y minerales.
El Presidente expresó muy categóricamente cuál es la posición argentina al respecto. Todos los aspectos que tengan que ver con la relación bilateral con el Reino Unido están enmarcados en nuestra prioridad de que se resuelva la Cuestión Malvinas.
Por lo tanto, el Presidente hizo lo que, de acuerdo a la Constitución nacional, tiene que hacer todo presidente argentino, y no todos lo han hecho así anteriormente, que es manifestar que para que se pueda desplegar plenamente la relación política, económica y diplomática entre Argentina y el Reino Unido se tiene que resolver la Cuestión Malvinas, se tiene que comenzar a dialogar sobre los caminos de solución negociado y pacífica de esta disputa de soberanía.
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