Raid demencial de un sujeto reincidente que protagoniza hechos delictivos desde el año 2018 y que expuso una vez más la vulnerabilidad de la comunidad ante el laxo proceder judicial y la insuficiente respuesta de los dispositivos de Salud Mental.
Mauro Ezequiel Straface se puso en riesgo a sí mismo y a terceros al recorrer varios kilómetros a elevada velocidad dentro de la zona urbana de Ushuaia causando destrozos con su vehículo y con otro sustraído mediante violencia, en completo estado de enajenación.
Una vez más un hecho delictivo que trasciende a la opinión pública vuelve a poner de manifiesto la ineficacia del proceder judicial a la hora de disponer medidas que preserven la integridad de la comunidad y de quienes realizan actividades delictivas en forma reincidente, en estado de descontrol mental debido al consumo de estupefacientes o alcohol.
El día domingo último, alrededor de las 3.40 de la madrugada, personal policial de la comisaría primera se dirigió a la intersección de las calles Prefectura Naval y Don Bosco, en donde Brian Gabriel Garrín, de 27 años refirió que había mantenido un entredicho con el conductor de una SUV Jeep Cherokee, al que había perseguido porque momentos antes había chocado el vehículo de su primo en el barrio Monte Gallinero – 300 Viviendas, dándose luego a la fuga. El escapista abandonó su rodado en medio de la calzada y continuó la huída corriendo por avenida Maipú, en donde al llegar al centro tecnólogico (ex Casino Club) violentó a dos personas.
El individuo ascendió por la puerta trasera de un rodado Chevrolet Astra de color gris, que estaba estacionado y con su propietaria – Yamila Lorenzoni, de 34 años – en el interior junto a su pareja. A fuerza de amenazas y empujones ambos fueron obligados a descender, tomando el control de la unidad el asaltante, quien se alejó a toda velocidad por avenida Maipú. Minutos más tarde efectivos policiales de la comisaría segunda detectaron al rodado en la calle Hipólito Yrigoyen, en donde aparecía incrustado contra una columna de alumbrado público.
En su interior se encontraba quien fue identificado como Mauro Ezequiel Straface, de 27 años de edad, en estado de furia incontrolable, con evidente alteración de sus facultades mentales. Según informó el área de Prensa institucional, fue necesario el uso de fuerza física para reducirlo y trasladarlo en una ambulancia a la guardia del Hospital Regional Ushuaia, en donde los facultativos le aplicaron un sedante para bajar su nivel de agresividad. Posteriormente el paciente manifestó dolores renales, por lo que se le colocó una sonda y fue internado en la UTI para observar su evolución.
La Fiscalía interviniente, en tanto, dispuso su aprehensión en flagrancia, la que quedó pendiente hasta que el paciente recupere su salud y pueda participar de la celebración de la audiencia única. La comunicación debió realizarse con la presencia de dos testigos dado que el sujeto no quiso notificarse.
La historia sin fin I
Mauro Ezequiel Straface comenzó a ocupar espacios en la crónica policial cuando en el año 2018 formó parte de un grupo que instaba al saqueo de supermercados. El fiscal Nicolás Arias tuvo por probado que el 1 de septiembre de ese año tres jóvenes – entre los que estaba Straface – “invitaron a una gran cantidad de personas a través de un enlace de WhatsApp enviado a los abonados telefónicos que integraban el grupo de mensajería instantánea a cometer ilícitos para sustraer, en forma masiva, diversos productos de los supermercados de la zona”.
Además de otros hechos previos, el 11 de junio de 2023, a las 11.45 Mauro Straface abordó el remis manejado por María Ermosina Aguila Ojeda, de 69 años de edad, quien lo había trasladado hasta la calle Hipólito Yrigoyen al 1.588. Al momento de cobrarle el viaje, el pasajero se tornó muy agresivo, con signos de estar alcoholizado – contaría la mujer – y la amenazó. Alertados efectivos policiales de la jurisdicción, se acercaron al lugar, blandiendo en el aire el pasajero un arma tipo cortaplumas al verlos. Al ser interceptado por los policías, Straface mordió en una pierna al inspector Emanuel Santurba, arrancándole prácticamente un pedazo de piel.
En aquella ocasión el proceder del sujeto fue encuadrado por el fiscal interviniente Jeremías Morales “en flagrancia”, quedando su situación en análisis debido a que en el mes de septiembre del 2022 se le habían dictado pautas de conducta en un acuerdo de suspensión de juicio a prueba, consentido por el Juzgado Correccional del Distrito Judicial Sur y a cumplir por el término de un año. Había sido denunciado por violencia intrafamiliar por quien era en ese entonces su pareja y madre de un hijo en común, una joven perteneciente a la fuerza policial.
La historia sin fin II
Más allá del caso puntual de Mauro Straface, los violentos episodios que protagonizó vuelven a constituirse en un llamado de atención para quienes tienen el poder de tomar medidas para revertir una situación cada vez más crítica en la provincia, en torno al consumo de alcohol y estupefacientes.
Desde la detección en las vías de ingreso a la isla, la creación de dispositivos eficaces para sanar a quienes están atravesados por las adicciones y la implementación de criterios de preservación de la vida de los adictos y de las potenciales víctimas de su proceder, en los estrados judiciales, son apenas algunas de las medidas que esperan ser tomadas en una Tierra del Fuego cada vez más infectada por el flagelo de la droga y el alcohol.