Ocurrió en Río Grande.
En Ushuaia otro conductor volcó, con signos de encontrarse ebrio, pero se negó a soplar la pipeta del alcoholímetro, pese a lo cual fue imputado y se le secuestró el rodado.
Personal policial de la comisaría tercera de la ciudad de Río Grande acudió a la intersección de las calles Isla de los Estados y Prefectura Naval Argentina, en donde se encontraba un vehículo Fiat Uno de color blanco, apoyado sobre el techo. A su lado, el conductor de la unidad, identificado como Nahuel Balducci, de 20 años de edad, y único ocupante, aparecía sin signos de haber sufrido ningún tipo de lesión.
El hecho, en el que también intervino personal de la Dirección Municipal de Tránsito, se registró alrededor de las 8 de la mañana del día 25 de diciembre último. Los agentes municipales le hicieron soplar la pipeta del alcoholímetro al sujeto, arrojando la muestra resultado positivo y nada menos que 2,3 gramos de alcohol en sangre.
En consecuencia se realizaron actuaciones contravencionales en el marco de la Ley 1.024, con intervención del Ministerio Público Fiscal; se labró un acta de infracción, se incautó el automotor y se dispuso la entrega del contraventor a un familiar.
En Ushuaia, el mismo día pero tres horas antes, se registró un hecho similar en la esquina de las calles Eva Perón y Soldado García, en donde volcó una SUV Ford Ecosport, conducida por Gerardo Alcidez Vargas, de 43 años y también único ocupante de la unidad. Efectivos de la comisaría tercera y de la Dirección de Tránsito intentaron convencer al conductor de que se sometiera a la prueba del alcohotest, pero este se rehusó tenazmente, con lo que sin más se lo consideró infractor del artículo 120 de la Ley 1.024. A Alcidez Vargas se le secuestró su vehículo, se le confeccionó una multa, y luego de ser examinado en el Hospital Regional Ushuaia fue entregado en guarda a un familiar que se hizo responsable de él.