Conductor con 2,72 g/l huyó a toda velocidad pero igual terminó preso

Estaba acompañado por otros tres sujetos que se encontraban en el mismo estado.

Cuatro individuos fueron apresados por personal policial de la Comisaría 2da., luego de protagonizar una arriesgada huída por la ciudad, a elevada velocidad y a bordo de una camioneta, después de ser detectados por una comitiva policial que efectuaba una recorrida preventiva.
El hecho tuvo lugar el domingo 20 de diciembre a alrededor de las 18:00, en la calle Yámanas al 1300, en donde un grupo de hombres se encontraba a bordo de una camioneta Chevrolet C 20, de color bordó, detenida con el motor en marcha, consumiendo bebidas alcohólicas.
Al acercarse los efectivos para dialogar con los sujetos, el conductor emprendió una rápida huída, efectuando riesgosas maniobras, siendo seguido por un movil policial a distancia y velocidad prudencial. Finalmente lograron dar con la camioneta, que había detenido su marcha, en la calle Kuanip 1792. En ese lugar el hombre que estaba al volante descendió rápidamente del rodado y emprendió una rápida carrera a pie, siendo interceptado por los uniformados. Los tres sujetos restantes entonces comenzaron a insultar a los policías, evidenciando encontrarse alcoholizados, por lo que también fueron detenidos en la faz contravencional.
Posteriormente se pudo saber que el conductor es José Luis Vargas Torrico, y sus acompañantes Orlando Alcides Ramírez, Rubén Valdivia Montaño y Martín Gómez.
Momentos más tarde arribó al lugar personal de la Dirección Municipal de Tránsito, quien al hacerle soplar la pipeta a Vargas Torrico, constató que éste tenía nada menos que 2,72 gramos de alcohol por litro de sangre.
Debido a ello, los inspectores procedieron a realizar el acta de infracción de rigor y a disponer el secuestro y traslado de la camioneta al playón municipal de incautamientos, en tanto que los efectivos de la Comisaría 2da y de la 4ta, quienes se acercaron a colaborar, trasladaron a los cuatro infractores al Hospital Regional Ushuaia para ser sometidos al examen médico de rutina, previo a ser alojados en calabozos de las dependencias policiales.