Ocurrió en un polirrubro de Río Grande.
Diego Armando Saromé, una de las personas con prontuario más frondoso de Tierra del Fuego, nuevamente fue sorprendido cometiendo un delito contra la propiedad. Y como muchas veces antes, volvió a recuperar la libertad.
Es experto en robos, hurtos y agresiones. Y desde hace incontables años. No obstante Diego Armando Saromé – alias “Narigón” – entra y sale de la cárcel, como si se tratara de un trámite. O como si la Justicia estuviera dándole suficiente tiempo para que su accionar escale a un delito más grave – y de consecuencias irreversibles – para entonces sí mantenerlo apartado de la sociedad por un tiempo mayor.
La última andanza de Saromé fue cometida el día sábado 20 de julio, aproximadamente a las 22.30, cuando entró al comercio Store 54, sito en la calle Fagnano al 700, para apropiarse ilegalmente de mercadería.
Personal policial de la comisaría primera se dirigió hasta el lugar, en donde después de dialogar con el empleado se abocó a la búsqueda del ladrón, a quien encontró a pocas cuadras de distancia. Entre sus ropas, el sujeto de 41 años, tenía varias golosinas, coincidentes con las descriptas por el responsable del comercio.
Una vez aprehendido, Diego Saromé fue considerado autor de hurto en flagrancia por el Ministerio Público Fiscal, desde donde se dispuso que se lo trasladara al Hospital Regional Río Grande para la realización de una revisación de rutina.
La sorpresa sobrevino con el resultado de la alcoholemia que se le practicó, al arrojar uno de los índices históricos más altos y rayano con el coma alcohólico: nada menos que 5 gramos de alcohol por litro de sangre.
Luego de cumplimentados los pasos de rigor, Saromé recuperó su libertad.
Entre sus antecedentes el individuo cuenta con robos cometidos en viviendas particulares, en poblado y en banda, arrebato de cartera a una cajera de supermercado, agresión a personal policial con un puñal, entre otros.
Hace diez años atrás Diego Saromé además mantuvo en vilo a la Policía por varios días al fugarse de su lugar de detención, la gamela del ex campamento YPF donde se alojaban los presos con prisión morigerada, mientras cumplía una pena por múltiples delitos.