COVID prolongado.
Tenemos que tener en claro que los síntomas de COVID 19 no se terminan en algunos casos cuando pasa la etapa aguda de la infección. A veces persisten por varios meses diferentes manifestaciones como el desgano, la sensación de falta de fuerzas, la falta de aire, el trastorno en el gusto y el olfato.
El Dr. Gabriel Aisenberg, médico clínico con orientación hacia la infectología que trabaja en Houston, Texas, en los Estados Unidos nos explica por qué estos síntomas se mantienen alterando nuestra calidad de vida y generando mucha preocupación.
César Berenstein: ¿Por qué persisten los síntomas después de la infección por COVID 19?
Dr. Gabriel Aisenberg: El cuadro que conocemos como “long COVID” en inglés o COVID prolongado en español está descripto desde los primeros casos que conocimos en el año 2020. Sin embargo debemos reconocer que las nuevas variantes han modificado en parte la forma de presentación. La literatura médica ha descripto diferencias en los síntomas en diferentes momentos de la pandemia, con las últimas cepas todavía no hay tanto conocimiento porque es muy reciente como para traducirse en publicaciones que abarquen muchos pacientes: la variante Omicrón parece diferenciarse de las anteriores, pero aún está en evaluación.
CB: ¿Quiénes tienen más chances de presentar este cuadro?
Dr. A.: Sin dudas quienes han tenido la infección en forma sintomática y cuanto más grave haya sido la enfermedad, es mayor la chance de tener este cuadro en la fase de recuperación. Luego de la etapa de inflamación desencadenada por la presencia del virus, que como dijimos a veces se mantiene por un buen tiempo, viene el período de cicatrización que puede llevar a la fibrosis pulmonar, con la consecuente pérdida de funcionalidad de este órgano. La verdad es que esto puede mantenerse por mucho tiempo y generar síntomas aún de por vida, no necesariamente del mismo nivel que en la etapa inicial pero puede quedar algo de daño residual. El paciente generalmente refiere una restricción en su capacidad de respirar, como si estuviera usando un pullover muy apretado que limita la posibilidad de expandir sus pulmones. Se acompaña obviamente de falta de aire que no siempre condice con una extrema reducción en los niveles de oxígeno en sangre. Por eso muchas veces no se manifiesta en reposo pero al ejercitarse la persona siente que el aire no alcanza y se agita.
Dr. C.B.: ¿Por qué se produce este problema? ¿Es el virus que se mantiene en nuestro cuerpo?
Dr. A.: No. Es sin duda la respuesta inflamatoria de nuestro cuerpo lo que genera el cuadro. Es clave este dato en el entendimiento de la enfermedad por coronavirus SARS COV 2. Quienes no quieren vacunarse argumentando que tienen defensas propias no comprenden el hecho de que el virus en sí mismo no es patógeno, la enfermedad que vemos es el resultado del ataque de nuestro cuerpo al virus. No sabemos aún por qué lo hace en forma desmesurada para llegar a generar cuadros severos en algunas personas.
Dr. C.B.: ¿Se puede hacer algo para que el COVID prolongado tenga mejor evolución?
Dr. A.: En el caso de la fibrosis (que debemos diferenciar del COVID prolongado) no tiene un tratamiento específico, pero se lo puede ayudar al paciente con ejercicios respiratorios para que vayan ganando un poco de capacidad. Otro tema es el COVID prolongado que no afecta sólo al pulmón. Quienes lo padecen sienten fatiga y falta de fuerzas por mucho tiempo y su cuadro representa un dilema en los médicos que terminamos tomando medidas similares a las que utilizamos en aquellos que no tuvieron COVID. La publicación de la experiencia mundial en este tema se irá encargando de dilucidar cuál es el mejor manejo y su valoración pronóstica, es decir, cómo le va a ir a los pacientes que se presentan con este complejo sintomático.
Dr. C.B.: ¿Puede la vacunación mejorar la evolución del COVID prolongado?
Dr. A.: Sí. Hay trabajos de investigación que sugieren que en las personas vacunadas disminuye la incidencia y la gravedad del COVID prolongado. Ninguna intervención es 100% efectiva, pero la probabilidad de desarrollarla es menor en los que fueron inmunizados según las recomendaciones vigentes.
Conclusión
Hay que tener paciencia con los síntomas de COVID prolongado. La falta de aire es una de sus manifestaciones. Una consulta al médico amigo nunca va a estar de más para descartar alguna complicación como por ejemplo la fibrosis. Por último es útil hacer hincapié en los beneficios de la vacunación, que por suerte ha demostrado muchos más beneficios que complicaciones. La vacunación es el arma más poderosa para controlar los efectos de este virus que si bien no desaparece, sus formas más graves por suerte (gracias a las características de la cepa Omicrón y la extensa vacunación de la población) tienden a reducirse. Entonces ¡a vacunarse!
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