Los jóvenes youtubers venden galletas y realizan trabajos eventuales para costearse los gastos de comida y transporte.
Se trata de Reuben Schmitz y Pim Hugo Bekkernens, de 22 años de edad, quienes intentan demostrar que sin dinero se puede recorrer el mundo, hacer amigos y ser felices. Confían en que los puedan emplear en algún barco que los lleve al continente blanco.
Son muy jóvenes, altos, delgados y sumamente amables. Ambos provienen de Holanda y hablan el idioma de su tierra, en inglés y algo de alemán. Uno de ellos, Reuben, conoce bastante bien la lengua española y no tiene dificultades para comunicarse. No ocurre lo mismo con Pim, quien con la misma cordialidad recurre a su amigo como intérprete a la hora de interactuar con los demás.
¿Cuándo decidieron emprender un viaje por el mundo? ¿Habían planeado llegar hasta la Ciudad más Austral del Mundo?
A la pregunta de Diario Prensa Libre, Reuben toma la palabra y explica sonriente que “Pim y yo somos youtubers y nos gusta mucho hacer videos mientras viajamos para ir compartiéndolos con nuestros seguidores. Hace ya tres meses que salimos de Holanda, yo de The Hague y él de Olst, y en este tiempo hemos logrado visitar 6 continentes.
Consultados acerca de la actividad que hacían en sus ciudades antes de lanzarse a la aventura, Reuben explica que en su caso trabajaba en el área de ventas de una empresa dedicada a la fabricación de paneles solares y en el de Pim, estaba empleado en un laboratorio.
El muchacho de piel muy blanca y ojos claros relata que él y su amigo decidieron emprender un largo viaje pero haciéndolo de una manera que ellos consideraron “más divertida”. “Nos propusimos hacer lo que nos encanta y que es viajar, pero sin dinero. Asumimos el desafío de procurarnos los recursos necesarios a lo largo de la travesía, confiando en la solidaridad de la gente que nos fuéramos encontrando en el camino. Por ejemplo, en Suiza ( – Switzerland, dice él -), vendimos galletitas ( -cookies -) en la calle, y con ese dinero compramos los billetes para viajar al próximo continente. En Dubái, Singapur y Sydney hicimos lo mismo y siempre nos fue muy bien”.
Los aventureros holandeses forman parte de la red conocida como Couchsurfing, de alojamiento gratuito y mediante esa modalidad están alojados en la capital fueguina, en donde tienen la esperanza de que alguien los contrate en un barco que vaya a la Antártida, para así dar por finalizado su recorrido mundial.
“Hasta ahora no hemos tenido suerte pese a que visitamos agencias de turismo y de navegación. Por eso estamos apelando a quienes puedan necesitarnos para hacer tareas en alguna embarcación que nos lleve al último destino de nuestro viaje, y así luego regresar a casa. También nos ofrecemos a hacer videos y fotos en el viaje a cambio de un lugar en el barco” – señalan con optimismo.
Ambos también están apelando a la solidaridad de la gente de Ushuaia que pueda alojarlos algunos días hasta que puedan cumplir su sueño de embarcarse al continente blanco porque el lugar en donde están deberán dejarlo el próximo 1ero de enero.
A la hora de despedirse, Reuben y Pim confiezan que el fin último del viaje emprendido por incontables países del mundo tiene implícito un mensaje que trasciende las distancias, los credos y las razas. “En algún modo lo que estamos haciendo demuestra que aún sin dinero las personas podemos hacer grandes cosas, viajar, hacer amigos y ser muy felices. Podemos estar bien en cualquier lugar de nuestro planeta si existe la solidaridad entre las personas”.
Los interesados en comunicarse con los viajeros podrán hacerlo a:
Reuben Schmitz.
– En Instagram, YouTube y Tik Tok: @ReubenSchmitz
– Teléfono +31636164207.
Pim Hugo Bekkernens.
Instagram: @Pim_Hugo
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