Ocurrió en Ushuaia, en avenida Héroes de Malvinas.
La intervención comprometida de una persona que pasaba por el lugar, con la colaboración de personal policial y sanitario, resultó crucial para hacer desistir a una joven de 21 años de edad, de arrojarse a las aguas del Arroyo Grande.
Una situación de alto riesgo fue eficazmente resuelta gracias a la intervención oportuna de un transeúnte que, a las 16:45 del martes 18 de febrero, pasaba circunstancialmente por la Avenida Héroes de Malvinas, en cercanías del tristemente célebre “puente amarillo”.
En ese momento, observó a una joven que se encontraba trepada a uno de los ductos que atraviesan el Arroyo Grande, a elevada altura, aparentemente decidida a arrojarse al curso de agua.
La persona, cuya identidad no pudo ser obtenida, actuó de modo comprometido, intentando hacer reflexionar a su interlocutora con expresiones contenedoras y comprensivas. Durante la conversación, la angustiada chica le manifestó que vivía en el barrio 640 Viviendas y que se encontraba atravesando graves problemas personales, entre ellos, dificultades de salud y falta de trabajo, lo que la tenía sumida en una profunda desesperación.
Gracias a la intervención del transeúnte, la joven desistió de su intención de arrojarse al vacío y accedió a bajar del caño. Inmediatamente, personal policial de la Comisaría Tercera, junto con un equipo sanitario del Hospital Regional Ushuaia (HRU), llegó al lugar para asistirla.
I.N, de 21 años de edad, fue trasladada al área de Salud Mental del nosocomio local, adonde fue convocada su madre para que se hiciera presente.