Hernán Sasaki, músico amateur.
Hoy viernes se presentará en Ushuaia Hernán Sasaki, músico desde hace 36 años y de profesión médico tocoginecólo, quien hará sonar las cuerdas de su guitarra como a él le gusta hacerlo, para deleite de aquellos que a las 21.30 se encuentren en el restaurante Salitre, ubicado en la escalera de la calle Onas 181.
Aunque sabe muy bien “hacer hablar” a su guitarra eléctrica, en realidad comenzó allá lejos y en el tiempo, con una sencilla criolla de madera que llegó a la familia cuando era un niño: “La música llegó a mi vida a los 14 años a través del folclore. Mi mamá me llevó al Instituto Folclórico Argentino, adonde ingresé ya con algunos conocimientos que había adquirido de tanto escuchar a Cafrune, a la Negra Sosa, a Hernán Figueroa Reyes y a los Chalcha. Así empecé mis primeras armas con una guitarra criolla con el profesor Julio Urruty, en Quilmes, y un día toqué Merceditas en un escenario con chicos más chicos… En aquel tiempo cayó en mis manos un disco de AC/DC, Back in Black y entonces el folclore quedó en un segundo plano. Pasé a tocar una guitarra Fine eléctrica de fabricación argentina, muy económica y a la que no le podía sacar ningún sonido. Conseguir audio era muy difícil y amplificadores no había pero sí muchas ganas de tocar” – comienza contándole a Diario Prensa Libre el entrevistado.
Sobre su formación como artista amateur, Hernán revela que fue su oído la brújula que lo orientó a la hora de ejecutar las más complejas piezas musicales: “Cuando era chico no había, como hay hoy, Internet ni nada parecido, por eso me las ingeniaba escuchando discos long play que los ponía a 33 revoluciones para poder sacar las notas. Cuando después apareció el video VHS les miraba las manos a mis guitarristas preferidos, una y otra y otra vez para poder conseguir el mismo sonido. Lo cierto es que el 99 por ciento de lo mío es todo oído y no tengo escuela musical. Siempre fue así desde que tengo 14 años hasta ahora que tengo 51. Si bien pasé por algunos profesores el oído me hace meter la pata y me engaña y cuando veo las hormiguitas arriba de los pentagramas me voy a la oreja, que es mi herramienta de aprendizaje más importante”.
A su amor por la música se sumó otro que condicionaría su vida. El segundo comenzó más o menos al mismo tiempo que su papá volvió de Estados Unidos con una guitarra y un amplificador mejores. Ese año entró a la universidad a cursar la carrera de medicina “pero me organizaba para hacerme recreos de 20 a 40 minutos en los que tocaba hasta que volvía a apoyar la guitarra en un mueble y retomaba los estudios” – evoca Hernán, quien lograría convertirse en un médico que sigue ayudando a traer a muchísimos chicos al mundo desde su puesto en el Hospital Regional Ushuaia.
Por último y sobre el significado que tiene el don artístico del que es dueño, Sasaki lo expone con clara sencillez: “Creo que la música es una forma de canalizar un montón de sentimientos y un montón de cosas de nuestro mundo interior. Hoy además me parece que es importantísimo tener un refugio en una realidad que desde los noticieros nos golpea con tantas malas noticias. Vemos en tiempo real la caída de bombas, chicos muertos en las guerras, el aumento del dólar y los alquileres por las nubes. La verdad es que uno no puede cambiar esa realidad pero sí podemos cambiar la propia, intentando conectarnos con cosas tan buenas y sanas como la música”.