Probióticos
Los probióticos son alimentos o suplementos que contienen microorganismos vivos que ayudan a mantener y mejorar la microbiota (también llamada flora intestinal) normal, por lo cual son llamadas bacterias “buenas” del cuerpo.
La flora intestinal es el conjunto de bacterias que viven en el intestino, cuya gran mayoría no son dañinas para la salud y muchas son beneficiosas, por lo que esta microbiota intestinal es importante para el estado de salud del organismo.
Se calcula que el ser humano tiene en su interior unas dos mil especies bacterianas diferentes, de las cuales solo cien pueden llegar a ser perjudiciales para el ser humano. La flora intestinal ayuda a la absorción de nutrientes y forman un ecosistema que se autorregula y se mantiene en equilibrio, son imprescindibles para la síntesis de determinados compuestos necesarios para una vida sana, como la vitamina K y algunas vitaminas del complejo B. Al estar compuesta de microorganismos dicha flora es muy sensible a los antibióticos, que son los principales causantes de su destrucción. La microbiota se regenera periódicamente, excretándo los microorganismos muertos a través de las heces.
En el intestino de los recién nacidos no hay microorganismos. Esto causa entre otras cosas deficiencia de vitamina K que se produce de manera endógena solamente en el intestino gracias a estas bacterias. Por esta razón, es necesaria la aplicación de una dosis inicial de vitamina K en los neonatos.
Beneficios a considerar
Los cambios en la flora intestinal pueden tener efectos nocivos en la salud humana. La utilización de antibióticos de amplio espectro, por ejemplo, es una de las razones por la cual la población de bacterias puede disminuir. Por el contrario, el uso de probióticos estimula el crecimiento de la microbiota intestinal gracias a que mejora las condiciones del microambiente bacteriano y se ha demostrado que inclusive son útiles para la prevención y el tratamiento de diarrea infecciosa aguda en lactantes.
Varios estudios científicos inclusive han avalado sus beneficios en la prevención de enfermedades como la diabetes o el cáncer de mama o el de colon, así como para mejorar la salud digestiva y fortalecer el sistema inmune.
Se ha planteado también una relación de la microbiota con varias enfermedades digestivas y tambien con la obesidad. Esta hipótesis nace de la observación de que pacientes obesos presentan una microbiota intestinal distinta a la de individuos con normopeso. Las bacterias alojadas en el intestino tienen también una función importante en la memoria inmunitaria de las personas, con lo cual actúan para mejorar las defensas.
Hay trabajos científicos que se refieren a la incidencia de los probióticos en el tratamiento del Alzheimer, la ansiedad y la depresión.
Probióticos. ¿Dónde están?
Hay varios alimentos que son una buena fuente de probióticos, aunque muchos de ellos son poco consumidos en nuestro pais. Sin embargo, uno de los más populares es el yogur, sobre todo el yogur griego, el kéfir y el yogur búlgaro, que son conocidos por sus componentes probióticos.
Los alimentos menos conocidos, pero que también son fuentes importantes de estos microorganismos, se encuentran en:
• Chucrut: Hecho a base de col fermentada. Este alimento es muy popular en Europa del Este y Alemania, pero también es una buena fuente de probióticos, ya que produce ácido láctico.
• Kombucha: La kombucha es una bebida fermentada hecha a base de té dulce y diferentes bacterias y hongos. Sin embargo, a la hora de comprarla, hay que elegir la que ha sido elaborada con el método tradicional, que contiene poco azúcar y que viene envasada en vidrio y sin pasteurizar para obtener los probióticos naturales.
• Tempeh: El tempeh todavía no está muy extendido en Argentina, pero poco a poco ha ido apareciendo en algunas dieteticas. Es un producto de soja fermentada procedente de Indonesia y es un sustituto popular para conseguir más proteínas en la dieta.
• Pepinillos: Los pepinillos encurtidos son ricos en probióticos, pero hay que diferenciarlos de aquellos que simplemente se preparan en vinagre. Durante el proceso de encurtido se activan los microorganismos, que son aquellos que aportan sabor a este producto.
• Kimchi: Uno de los básicos de la comida coreana es el kimchi, hecho a base de la fermentación de una col china. Se suele preparar como guarnición de carne o pescado y es una fuente importante de probióticos.
• Queso crudo: Hay muchos tipos de queso que contienen probióticos naturales, sobre todo los quesos crudos sin pasteurizar. Deben ser de origen animal y suelen indicar en el etiquetado si contiene probióticos naturales o no.
Los alimentos no son la única manera de conseguir los probióticos y en los últimos años los suplementos con estos microorganismos se han popularizado cada vez más. Se usan para reducir los síntomas del síndrome del intestino irritable y la enfermedad inflamatoria intestinal, así como prevenir la diarrea del viajero y reducir efectos secundarios de los antibióticos.
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