A 16 años de su inexplicable desaparición. El testimonio de una mujer en Misiones aporta nuevos indicios y reaviva la esperanza de dar con el paradero de la niña desaparecida en 2008. Los fiscales también decidieron refrescar la línea investigativa sobre un posible secuestro ejecutado por un peón chileno, para lo cual se reunieron con autoridades de ese país para organizar rastrillajes.
La causa por la desaparición de Sofía Herrera, la niña de 3 años que desapareció el 28 de septiembre de 2008 en el camping John Goodall, cerca de Río Grande, tomó nuevos bríos en las últimas horas, luego del giro inesperado impreso el pasado 27 de noviembre por Carmen Haase. La mujer, esposa de un dentista que prestaba servicios en el Hospital de la Base Naval Ushuaia en 2008 y actualmente radicada en Misiones, decidió romper el silencio y ofrecer nuevos detalles sobre lo ocurrido aquel día.
En una entrevista televisiva, Carmen relató que el 28 de septiembre de 2008 participó de un asado en Ushuaia con varios miembros de las Fuerzas Armadas, entre ellos el capitán de navío Carlos Guido Pérez y su esposa María Victoria Caillava, ambos detenidos por la desaparición de Loan Danilo Peña en Corrientes, reunión social a la que fue acompañada por Marcelo Ruiz, fotógrafo de la Base Naval de Ushuaia en esa época.
Carmen mencionó que el camping en el que estuvo se ubicaba muy cerca del lugar en el que a la misma hora habían acudido los padres de Sofía con la nena y con otra familia amiga. Inclusive dijo que al regresar a Ushuaia en donde la esperaba su esposo, vio el importante operativo policial de búsqueda montado, con numerosos efectivos y perros de rastreo en la zona.
Por sus declaraciones se la consultó a la madre de Sofía Herrera, María Elena Delgado, sorprendiendo a todos su respuesta al confirmar que efectivamente ese mismo día en que desapareció su hija, ellos se habían cruzado con Marcelo Ruiz en una estación de servicio. Dijo además que Ruiz es amigo de la infancia de su esposo, Fabián Herrera.
Ante la revelación de Carmen Haase, los fiscales Mónica Macri y Ariel Pinno decidieron contactarla telefónicamente, logrando hablar con ella. A través de videoconferencia, la mujer ratificó su versión de los hechos, identificando a varios de los participantes del asado y ofreciendo detalles sobre la presencia de militares y otros actores clave en la desaparición de Sofía.
De este modo, la Fiscalía dio un nuevo impulso a la investigación, ordenando en las últimas horas la realización de medidas de investigación en base a los dichos de la mujer que dijo no haber hablado antes por recomendación de su familia “para que no me metiera en problemas”.
Simultáneamente, Macri y Pino refrescaron otra línea de hipótesis, la que contempla la posibilidad de que Sofía haya sido sustraída por un peón rural chileno, identificado como José Rigoberto Díaz Aguila, de 51 años. El sujeto ha sido buscado por Interpol desde 2020, sin resultados hasta la fecha.
Para ahondar en esa línea investigativa los fiscales, junto con el Fiscal Mayor Martín Bramatti, se reunieron con autoridades chilenas y el cónsul de Chile en Río Grande, donde se acordó un encuentro con la Policía de Investigaciones de Chile (PDI) en el paso fronterizo San Sebastián.
Los temas analizados fueron la posibilidad de coordinar rastrillajes en la zona sur de Chile y la colocación en los puestos fronterizos de la fotografía actualizada de la menor.