Hipertensión arterial: una enfermedad muy silenciosa.
El 19 de septiembre último, la OMS – Organización Mundial de la Salud – dio a conocer un informe muy preocupante sobre los efectos causados por la hipertensión arterial.
La importancia de este informe es que hace una puesta al día de las estadísticas a nivel mundial y pone el foco en una enfermedad que si se detectara a tiempo y se la tratara correctamente, se lograría minimizarla fuertemente en cuanto a sus indeseables consecuencias.
La presión arterial es una medición de la fuerza ejercida contra las paredes de las arterias a medida que el corazón bombea sangre al cuerpo. La hipertensión en general y por mucho tiempo, no da ningún síntoma a quien la padece, es por eso que es una de las enfermedades de las llamadas “silenciosas”. ¿Y cómo se detecta entonces?. Solo es detectable en un control de rutina o cuando ante cualquier otro tipo de causa se visita al médico. Quizás uno pueda acudir a la consulta porque tiene dolor de panza, pero seguramente igual se le tomará la presión arterial. Cualquier excusa es buena para tratar de detectar precozmente este mal. El único procedimiento que permitirá descubrirla es mediante el uso de un tensiómetro y en condiciones adecuadas. Justamente por ser un problema silencioso y sin síntomas, muchas personas tienen la presión arterial elevada durante años sin saberlo.
Podemos decir de ella que es una enfermedad multi causal, es decir que puede ser producto de problemas cardiacos, renales, endocrinos, etc., aunque la causa más común es idiopática, lo que significa que pese a contar con múltiples estudios de diagnóstico, no se puede determinar la causa. Sea como sea… es imprescindible comenzar a tratarla de inmediato.
La hipertensión arterial afecta a 1 de cada 3 adultos en todo el mundo. Esta afección, frecuente y mortal, causa a mediano y largo plazo accidentes cerebrovasculares, infartos de miocardio, insuficiencia cardiaca, daños renales, alteraciones en la visión y muchos otros problemas de salud.
Tenemos que saber que por un lado se mide la presión arterial sistólica – PAS – máxima, y por el otro, la presión arterial diastólica – PAD – o mínima. Se considera presión arterial máxima, es decir hipertensión, cuando la medición es mayor o igual a 140 mm Hg y/o la mínima a 90 mm Hg.
¿Y cómo es que se llega a padecer esta enfermedad?. La hipertensión arterial es multifactorial porque está determinada e influenciada por muchas cuestiones distintas. Algunos de ellos son la herencia, o sea que haya antecedentes de padres o hermanos hipertensos; la edad, la obesidad, el consumo excesivo de sal o de alcohol, fumar, el uso prolongado de algunos medicamentos como corticoides, descongestivos nasales y analgésicos, y la falta de actividad física.
«Aunque la hipertensión puede controlarse de manera efectiva mediante medicamentos de bajo costo, solamente 1 de cada 5 personas con hipertensión arterial la tiene bajo control» – señala la estadística, y agrega que aproximadamente 4 de cada 5 hipertensos no reciben un tratamiento adecuado.
El informe de la OMS refiere que si se comenzara con un aumento en el número de pacientes tratados correctamente, entre ahora y 2050, podrían evitarse 76 millones de fallecimientos, 120 millones de accidentes cerebrovasculares, 79 millones de infartos de miocardio y 17 millones de casos de insuficiencia cardiaca. Todos por esta causa.
El número de personas con hipertensión arterial o que toman medicamentos para esta enfermedad se duplicó entre 1990 y 2019, pasando de 650 millones a 1.300 millones. Estos datos deben ponerse en el contexto de una población planetaria actual de 8.000 millones de personas. Pese a todo, casi la mitad de las personas con hipertensión arterial en todo el mundo desconocen que sufren esta afección. Más de tres cuartas partes de los adultos con hipertensión arterial viven en países de ingresos medianos y bajos, lo que pone de manifiesto la escasa capacidad de respuesta de sus sistemas sanitarios.
La prevención, la detección precoz y el manejo eficaz de la hipertensión arterial son algunas de las intervenciones más eficaces en relación con los costos en materia de atención de la salud, y los países deben priorizarlas como parte del conjunto nacional de prestaciones de salud que ofrecen a nivel de la atención primaria.
¿Cuál sería el proceder más prudente?. Es fundamental hacerse controles periódicos de salud para la detección precoz de ésta y otras patologías que pueden mantenerse silenciosas por largos periodos de la vida. Además, hay que moderar el consumo de sal; hacer actividad física, aunque sean simples caminatas; controlar el estrés y evitar estar excedido de peso. El alcohol y el cigarrillo son sinónimos de enfermedad y eso debemos entenderlo para evitar no solo la hipertensión sino un sinnúmero más de males.
Cada hora, más de 1.000 personas mueren de accidentes cerebrovasculares e infartos de miocardio. Muchas de estas muertes se deben a la hipertensión arterial, y la mayoría podrían haberse evitado.
Tengámoslo en cuenta.