El imputado atropelló con su vehículo a los jóvenes Matías Berger y Santiago Liquín, de 17 años de edad, causándole al último mencionado lesiones fatales.
El conductor que embistió a los dos chicos que caminaban por San Martín y Almirante Brown, en Río Grande, rumbo a una serenata estudiantil, la noche del 28 de octubre de 2021, será sentenciado el lunes próximo.
El día jueves 16 de mayo, se desarrolló en el juicio oral y público que se está llevando adelante en la ciudad de Río Grande, la etapa de alegatos en el caso que tiene como imputado al vecino de esa ciudad, Alfredo Germán Sopena, de 45 años de edad.
Como ya fuera informado, Sopena circulaba a bordo de una SUV Dodge Hourney, chapa patente LFC 269, de color azul metalizado, la noche del 28 de octubre de 2021, cuando atropelló a Santiago Liquín y a Matías Berger, dos jóvenes de 17 años de edad que caminaban rumbo a una serenata estudiantil que se estaba realizando en el Cono de Sombras, causándoles lesiones que derivaron en muerte, en el primer caso y en fracturas, en el segundo. El luctuoso siniestro vial ocurrió en las arterias San Martín y Almirante Brown y se produjo en circunstancias en que el conductor se dirigía a su domicilio, luego de dejar a sus dos hijos en la casa de su ex pareja.
Al momento de alegar, el fiscal Ariel Pinno solicitó al Tribunal de Juicio en lo Criminal del Distrito Judicial Norte, integrado por los jueces Juan José Varela, Verónica Marchisio y Pedro Fernández, que aplique una condena de 3 años de prisión en suspenso y la inhabilitación para conducir por el término de 5 años, a quien está acusado del delito de “homicidio culposo agravado en concurso real con lesiones graves agravadas”.
Para Pino el acusado mintió “de manera deliberada”, a la vez que consideró que se valió de argucias para mejorar su situación ante los magistrados, mencionando que en la etapa de instrucción había declarado que no había bebido alcohol, siendo esto desmentido posteriormente por las pericias toxicológicas que se le realizarían en el Hospital Regional Río Grande, que arrojaron 0,32 gramos de alcohol en sangre. Para la parte acusatoria Sopena causó la tragedia debido también a que circulaba a exceso de velocidad y desestimó la posibilidad de que los chicos hubieran cruzado la calle de manera imprudente. “Sea como sea, él no debió estar al volante de ningún vehículo después de haber tomado alcohol” – afirmó en su alocución el titular del Ministerio Fiscal, quien requirió que se le aplique al imputado una pena de 3 años de prisión en suspenso y 5 de inhabilitación plena para manejar.
En forma coincidente Francisco Ibarra, abogado que representa a la familia Liquín, la víctima fatal, también solicitó la aplicación de la misma sanción, en tanto el abogado defensor de German Sopena pidió su absolución. Para el letrado Fernando Lapadula los dos adolescentes pudieron haberse manejado de modo imprudente a la hora de descender de la vereda a la calle “a los saltos”, a la vez que dejó entrever que pudieron haber estado bajo los efectos del alcohol. Lapadula insistió en que su representado no se encontraba borracho, que no se distrajo con el teléfono celular porque no lo llevaba consigo en esos momentos y que no manejaba a exceso de velocidad. Eventualmente solicitó, que en caso de que hubiere una condena, se le aplique el mínimo que marca la ley “por responsabilidad concurrente”, es decir, de las dos partes intervinientes, conductor y peatones en este caso.
El próximo lunes 20 de mayo los jueces, luego de darle por última vez a Germán Sopena la posibilidad de dirigirse a ellos, emitirán su veredicto.
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