El juicio por el homicidio de la estudiante riograndense en Buenos Aires ocurrido en el año 2010, continuará el miércoles 15 de noviembre, previéndose su finalización para los primeros días de diciembre.
Héctor Di Salvo, médico legista y parte del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de Justicia, declaró ante el Tribunal Oral en lo Criminal porteño y sostuvo que la chica de 19 años fue ultimada, a su criterio, por una sola persona, la que habría obrado “con muchas ganas”. Anteriormente los amigos de la víctima habían declarado que ella le había contado a su ex pareja, Francisco Amador y único imputado en el juicio, que había iniciado una relación con otra persona.
El médico forense que realizó la autopsia del cuerpo de Marianela Rago Zapata, la joven estudiante riograndense que cursaba sus estudios universitarios en Buenos aires, y que fue hallada degollada y con 23 apuñaladas en junio de 2010 en el departamento que alquilaba en el barrio porteño de Balvanera, afirmó el lunes último que el homicida actuó «con bronca, con saña y muchas ganas”.
El juicio por la muerte de la chica de 19 años, ocurrida hace 13 años atrás, tiene a su ex pareja, Francisco Amador, actualmente de 36 años de edad, como único imputado.
Como ya fuera informado, Amador era preceptor en la escuela secundaria a la que “Marian”, como la apodaban a Rago Zapata, concurría en Río Grande. Ambos iniciaron una relación sentimental y viajaron juntos a Buenos Aires, para que ella pudiera estudiar la carrera de periodismo y él, de programador informático. Luego de vivir un tiempo juntos, dieron por terminada una relación plagada de celos y violencia de todo tipo, en muy malos términos.
En su declaración, el médico legista e integrante del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de Justicia, Dr. Héctor Di Salvo, indicó el autor del homicidio procedió con una fuerte carga emocional, propia de alguien que estuvo vinculado sentimental o afectivamente con la víctima.
El especialista declaró ante el Tribunal Oral en lo Criminal – TOC – Nro. 29 porteño junto a sus colegas Juan José Fenoglio, César Romero y Marcos Banic, con quienes formó parte de la Junta Médica que supervisó la autopsia del cadáver de Marianela.
“Me acuerdo que la chica tenía muchas lesiones, fundamentalmente punzo cortante, traumáticas, tipo contusas. Predominantemente la causa de la muerte fue un degüello. También tenía un desgarro en el hígado, que también puede ser una lesión idónea para provocar la muerte”, comenzó señalando el forense ante los jueces Hugo Navarro, Juan María Ramos Padilla y Rodolfo Goerner.
Di Salvo aclaró que el corte en el cuello fue producido “por un arma blanca sin filo”, y que la lesión en el hígado pudo haber sido producida por “un golpe fuerte o por subirse arriba” del órgano afectado. “Yo me incliné más de que fuera arrollado, es decir, que el hígado fue aplastado”, añadió Fenoglio, quien también participó de la junta médica realizada durante la etapa de instrucción de la causa.
Respecto a los golpes recibidos por la víctima, Di Salvo fue contundente al expresar que los mismos fueron realizados “con mucha saña, o de una manera vulgar, diría que con muchas ganas”, y agregó que la joven estudiante de periodismo tenía “lesiones de defensa como si hubiera querido parar el arma o los golpes”.
Frente a ello, el juez Ramos Padilla consultó al testigo si existen motivaciones para tal ensañamiento, a lo que Di Salvo respondió que, si bien es muy difícil saberlo y que “entraría en un terreno de hipótesis”, sostuvo que “en la jerga vulgar se diría que había bronca”.
Luego, el fiscal de juicio Sandro Abraldes quiso saber si la víctima padeció dolor ante la agresión y el forense respondió categóricamente que sí.
Posteriormente, el perito César Romero contó lo que vio cuando examinó al ex novio de Marianela, Francisco Amador al momento de ser detenido y acusado del crimen: “Las lesiones que le vi son que a veces se pueden borrar en 24 o 48 horas, según la presión y la superficie donde se realizó la presión. La data de producción que tenían es de entre 48 y 72 horas. Recuerdo que eran lesiones leves difícil de identificar. También presentó un cuadro de angustia por un momento vivido”, indicó el legista.
Por su parte, el perito de parte de la querella, experto en criminalista y doctor en criminología, Raúl Torre, sostuvo en su exposición que “en living comedor fue el lugar donde se produjeron con seguridad las lesiones más importantes de la víctima, ya que allí había una gran mancha de sangre y se hallaron dos horquillas de pelo”.
“También nos llamó la atención que en la cocina se encontraba abierto el cajón de los cubiertos. Creemos que de allí se tomó el instrumento (cuchilla)”, aseguró antes de relatar cómo él creyó que sucedió el crimen.
Para Torre, Rago Zapata “recibió dos golpes, uno en la zona hepática que provocó lesiones y una en la zona de la nariz, que le generó una fractura, lo que le provocó un estado de indefensión”.
“Luego, el o los criminales van al cajón de los cubiertos, obtiene el elemento y ahí produce las heridas de arma blanca. Hay muchas lesiones de defensa. La lesión de degüello produjo la muerte, por esa lesión asumimos que estaba por delante de la víctima. Muchas lesiones se produjeron estando la víctima en el piso”, indicó el especialista.
En ese momento se produjo la intervención del abogado defensor de Amador, Luis Ricca, quien interrogó a Torre respecto a la posibilidad de que haya sido más que un asesino, pero el criminólogo afirmó que “la hipótesis más probable es que fue una sola persona”.
El juicio continuará el próximo miércoles 15 de noviembre en la sala del TOC 29, de la calle Paraguay 1536 con la declaración de más peritos propuestos por las partes. El lunes 27 de noviembre se arribaría a la etapa de alegatos del fiscal Abraldes y de la querella, integrada por los letrados Esteban Galli y María de la Paz Herrera, del Programa de Asistencia y Patrocinio Jurídico a Víctimas de Delito de la Defensoría General de la Nación para finalmente, arribar en los primeros días del mes de diciembre, a una sentencia.