Futsal.
HAF sumó su segunda estrella en la Liga Ushuaiense tras vencer 5-3 a Comercio en una electrizante final que se jugó a estadio lleno en el “Cochocho Vargas”. Agustín Torres, Joaquín Ibarra y Agustín Oliva fueron las grandes figuras del rojinegro dirigido por “Rodri” Hernández.
Se bajó el telón de la Copa, y pasó como era preciso, con una final completamente a la altura desde el juego, las tribunas y la emotividad. HAF gritó campeón por segunda vez en el Futsal AFA y por primera vez en esta Copa.
En un duelo cambiante y de altísimo voltaje, el rojinegro sacó chapa desde sus referentes y con un Agustín «Grillo» Torres prendido fuego, dio la vuelta en el Microestadio.
Toda la semana se vivió la final, desde las redes sociales y los diferentes medios de comunicación. Declaraciones y publicaciones de los unos y los otros, todos desde su lugar jugaron durante siete días el partido que, a las 19 horas del domingo, tuvo lugar en el José “Cochocho” Vargas.
Ya en la mañana del día dominical, el Microestadio empezó a teñirse con los colores de los protagonistas, trapos de Comercio en las tribunas, camisetas rojinegras en grandes y chiquitines, la vorágine de simpatizantes colmando las gradas, todo se predisponía como en la premonición de un choque final que paralizaba corazones.
Llegó la hora señalada, y con ella los protagonistas. Comercio se metió primero en el vestuario, HAF espero un poco más contra la tribuna del acceso al Microestadio, observando el duelo que Mercantil y Ateneo protagonizaban por el Torneo Clausura, como queriendo por un momento relajar la mente para luego sí, dirigirse también hacia el pasillo lateral a ultimar detalles.
Ingresaron los elencos a la pista de juego, Comercio de negro con vivos verdes, HAF de blanco con vivos rojos; una prolija entrada en calor y desde allí se supo que no era un partido más, la tensión se respiraba, se veía en los gestos, el nerviosismo se palpitaba a la par de una sospechosa calma aparente.
«Pelota por pelota, así se juegan las finales», marcó Ralinqueo a los suyos. El técnico de Comercio en los minutos previos también manifestó haber jugado muchas veces la final en su mente, pero ahora era el momento de la verdad.
«Somos un club de familia, démosle una alegría a ellos», fueron las palabras de Hernández a los suyos. «Esta final la querían jugar todos, pero acá estamos nosotros», cerró el capitán Oliva en la arenga previa.
No hubo tiempo para más promesas, ni para suposiciones, ni para especular. El atril que sostenía a la Copa Ushuaia abandonó la pista de juego; Carracedo y Gentilo pitaron, la final se puso en marcha.
Empezó mejor Comercio, fue más incisivo y vertical, pero los cambios beneficiaron a HAF que empezó a torcer el puño del rival y aquí ocurrió la primera diferencia. En su mejor momento, Comercio chocó con Hernández en el arco, en tanto que HAF explotó al máximo su mejor pasar en el juego arremetiendo con algunas transiciones. Entonces el «Pollo» Baumgartner trepó por izquierda y habilitó a Ibarra luego de la salida de Sánchez y la bola, antes de ser impactada por el diez rojinegro Ibarra, fue desviada por Aquintuy, con tanta mala fortuna que se coló en el ángulo y 1-0 para HAF.
Comercio nunca se resignó, a partir de la desventaja volvió rápidamente al juego bajo el comando de Korol y la chispa de Sánchez y Carpio. Intentó mucho y de muy buena manera, pero siempre chocó con Gonzalo Hernández bajo los tres palos, tapando pelotas completamente fuera de serie.
Sin embargo, el elenco de Ralinqueo fue y fue hasta tener premio. Gabrielinho Carpio de media distancia incrustó a la caprichosa en el ángulo superior izquierdo. Hasta ahí pardas, pero Comercio tenía mejor semblante después del empate, manejó y generó, pero la primera mitad concluyó con el score igualado.
Transcurrieron los cinco minutos de descanso, los últimos cinco minutos disponibles para el mensaje grupal, para la arenga, para el juramento, y otra vez a la cancha.
El inicio de la segunda mitad parecía una continuidad de la primera, Comercio manejó las acciones y HAF una vez más comenzó a revertir esa premisa. Siempre que Comercio dominó HAF se encargó de revertirlo, de revertirlo y sobretodo de capitalizar.
Y acá es donde aparece un nombre clave, Agustín Torres Madonna. El «Grillo», acaso uno de los hombres de curva más ascendente en esta Copa Ushuaia, alcanzó su momento de éxtasis justamente en esta final. Ya había sido un buen primer tiempo de Torres, pero en el complemento el Grillo cantó su mejor canción.
Convirtió el segundo de HAF enmudeciendo a la parcialidad rival y mirándolos desafiantemente, comandó las acciones y sobretodo la temperatura del partido, manteniéndose siempre enfocado aún en los momentos más calientes y duros. Porque claro, después del gol de Torres, Carpio volvió a empardar las cosas. Después del tercero de HAF, cortesía de Ibarra tras el pase de Torres, Lautaro Sánchez una vez más puso todo igual en el score 3-3.
HAF veía como una y otra vez Comercio alcanzaba la igualdad y era testigo de cómo su rival le asestaba un golpe cada vez que los de Ralinqueo crecían en el trámite.
Hasta que llegó la bomba “Lolo” Fernández, otro de los nombres claves en la final. A la salida de un córner el ex-Mercantil la tomó chanchita de volea y sometió por cuarta vez a “Sanjua” Sánchez para delirio de toda la parcialidad rojinegra.
Comercio fue, natural y obligadamente, pero no tuvo una buena tarde en sus referentes como Champonnay, Seveca o Aquintuy. La enjundia y desfachatez de Carpio y Sánchez no fueron suficientes.
Por eso, una vez más a la salida de su propio arco el elenco verde sufrió la presión de su rival, Torres ganó en mitad de cancha y otra vez con ojos bien abiertos eligió habilitar a Ibarra sobre la izquierda en vez de hacer la personal y el «Negro» se puso rojo de locura clavándola arriba en el primer palo para un 5-3 que terminó siendo final.
Se coronó HAF, la Copa Ushuaia que hace un año significara una curva descendente le dio la oportunidad otra vez a la institución de sonreír. El futsal también da sus revanchas.
Una marea rojinegra copó la pista del Microestadio. HAF es el campeón, Comercio fue un fabuloso finalista y tendrá que valorar el camino recorrido para todo lo que se viene. Pero ahora, y para siempre, la Copa es rojinegra.
Escribe: Mauricio Zentner.