Los dos hombres cercaron con alambre y postes grandes extensiones de terreno.
Jaime Castro, un individuo que registra domicilio legal en Ushuaia y que explota junto a su esposa un predio que promociona como camping en las redes sociales, en Cabo San Pablo, quedó incurso en los primeros días de abril en una causa por sustracción de elementos pertenecientes al patrimonio histórico fueguino al apropiarse indebidamente de partes del histórico barco encallado. En las últimas horas su hijo y su sobrino fueron denunciados por la usurpación de dos amplias franjas de terreno costero, en la misma zona.
Vecinos de Tolhuin alertaron a la Policía sobre el permanente desplazamiento de vehículos cargando postes y rollos de alambre a Cabo San Pablo, constatando los efectivos policiales que efectivamente estas personas habían cercado dos predios de grandes dimensiones, sin contar con ningún tipo de permiso o derecho habilitante.
Inmediatamente se dio intervención a la Justicia del Distrito Judicial Zona Norte, desde donde se aguardaba la orden de un momento a otro para comenzar a retirar los cercos, dado que esas tierras pertenecen al Estado provincial.
De los dos jóvenes sujetos solo trascendió que son hijo y sobrino de Jaime Castro, el propietario de un camping emplazado en San Pablo, quien en los primeros días de abril fue imputado por el delito de sustracción de elementos pertenecientes al patrimonio histórico fueguino. Castro cortó y trasladó hasta su emprendimiento comercial dos anclas y cadenas del barco Desdémona, encallado en 1985, y las trasladó hasta su camping, en donde la Justicia las encontró. El hecho mereció la intervención del Juzgado de Instrucción Nro 1 del Distrito Judicial Norte, cuyo titular es el magistrado Daniel Césari Hernández, en la causa por la sustracción de piezas de valor histórico y cultural que permanecían en las playas del Cabo San Pablo.
De tal manera, la Justicia riograndense confirmaba la publicación efectuada a modo de primicia por Diario Prensa Libre, cuando haciéndose eco del testimonio de un vecino de la localidad de Tolhuin, dio a conocer la sustracción de lo que en principio parecía ser un ancla y una cadena, determinándose posteriormente que se trataba de dos anclas y 17 metros de cadena marinera.
La comisión del hecho se descubrió el día 2 de abril, cuando el vecino observó frente al camping “Desdémona”, los elementos mencionados. Anoticiada la Comisaría de Tolhuin, varios efectivos policiales se hicieron presentes en el lugar, constatando que allí estaban los valiosos elementos de valor cultural e histórico, mientras que en la playa, en donde permanecían desde 1985, brillaban por su ausencia.
Desde el Juzgado de Instrucción N 1, representado en la persona del Dr. Daniel Césari Hernández se calificó al hecho como “sustracción de elementos que conforman el Patrimonio Histórico Fueguino”, ordenando el magistrado que una comitiva de efectivos policiales se dirigiera al sector de la Ruta Complementaria A en donde se emplaza el barco. Una vez en el sitio en cuestión los uniformados pudieron percatarse de la existencia de tierra removida y surcos sobre la calle de ripio que conduce al sector de la playa en donde se encuentra varada la embarcación. Al dirigirse al camping propiedad de Jaime Castro y de su esposa, Patricia Maldonado Vargas, los policías encontraron los elementos que desde hace décadas permanecían a metros del barco, dando inicio a una causa enmarcada en el Decreto 858/98 que establece que “todos los buques varados o resultado de un naufragio son patrimonio del Estado Provincial”.
Realizadas las tareas de investigación se llega a la conclusión que los elementos habían sido trasladados por un vehículo de tracción mecánica y gran porte hacia el interior del Camping Desdémona, nombre homónimo al buque varado en San Pablo, lugar ocupado por Jaime Castro y su pareja.
El jueves 2 de abril, se procedió al allanamiento del establecimiento comercial, arrojando el mismo resultado positivo. Pese a la cuarentena y las dificultades propias de aislamiento que se está observando por la pandemia, el juez ordenó la inmediata recuperación de las piezas propiedad de la ciudadanía fueguina, ordenando el secuestro de dos anclas de 1.600 kg cada una y 17 m de una cadena marinera, tarea que se pudo realizar gracias a la colaboración de personal de Vialidad Provincial quien aportó las máquinas apropiadas para llevar adelante el operativo.
En las últimas horas tomó intervención el Juzgado riograndense, esperándose de un momento a otro que libre orden para el retiro del alambrado en tierras fiscales y disponga la imputación de los dos jóvenes usurpadores.
Diario Prensa
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